La comunidad aragonesa perdió un 0,11 por ciento de su población el pasado año, ya que casi 2.000 habitantes abandonaron la región, por lo que sus habitantes a 1 de enero de 2017 sumaban 1.317.000 personas. Sin embargo, Castilla y León y Extremadura son las comunidades que más población perdieron durante el año pasado a pesar del crecimiento global registrado en España gracias, entre otras razones, al tirón de los archipiélagos de Baleares y de Canarias, y de la Comunidad de Madrid. Estas tres autonomías han sido las que más población ganaron en 2016, tal y como muestran las Cifras de Población y de Migraciones del Instituto Nacional de Estadística (INE) con fecha de 1 de enero de este mismo año.

La población residente en España creció el año pasado por primera vez desde 2011 al registrarse un aumento de 88.867 personas. En el incremento ha jugado un papel relevante el proceso de adquisición de nacionalidad española, subraya el INE. También destaca que el número de habitantes, en 2016, bajó en Castilla y León, Galicia, Castilla-La Mancha, Asturias, Aragón, Cantabria y La Rioja. Son precisamente las comunidades que más están acusando la pérdida de habitantes, y desde hace varios años. En números porcentuales, Castilla y León perdió el año pasado un 0,76 por ciento de la población que tenía al comienzo de 2016, en tanto que Extremadura bajó un 0,67 por ciento, por delante de la pérdida de residentes de Asturias (-0,62 por ciento), de Castilla-La Mancha (-0,42), Galicia (-0,35), Cantabria (-0,18) y Aragón (-0,11). La Rioja también experimentó un descenso, pero muy leve, del -0,05.

Por el lado de los crecimientos de población Baleares ocupa un lugar preferente. Registró el año pasado un incremento de residentes del 1,35 por ciento. Canarias siguió esta tendencia, aunque más baja, de un 0,92 por ciento, al igual que Madrid, del 0,80. Ceuta, Navarra, Cataluña, Murcia y Melilla son las otras comunidades y ciudades autónomas en las que la población subió por encima de la media española, situada en el 0,19 por ciento. País Vasco, Andalucía y Comunitat Valenciana son las comunidades cuyos crecimientos poblacionales se encuentran por debajo de la media. Experimentaron, efectivamente, un aumento de residentes, aunque ligeros: del 0,17 por ciento Euskadi y del 0,07 y 0,05 por ciento Andalucía y la Comunitat, respectivamente.

A pesar de las oscilaciones en el número de residentes, todas las comunidades registraron un saldo migratorio positivo durante 2016, menos dos: Castilla-La Mancha y Extremadura. Cataluña vio cómo 24.431 ciudadanos extranjeros aumentaban su población, lo que la convierte en la principal comunidad receptora. Está por delante de Madrid, que recibió 17.292 más, y de Canarias, a donde llegaron 16.893. Esto en lo que se refiere a las migraciones exteriores, pues en lo que respecta a las migraciones interiores entre ciudadanos españoles Madrid, Baleares y Cataluña aparecen como las comunidades que más llegadas contabilizaron. Andalucía, Castilla y León y Castilla-La Mancha son las que más salidas contaron.