El Gobierno de Aragón anunció que el próximo lunes pondrá en marcha una nueva orden que modifica varias cuestiones de los centros residenciales.

La más destacada regula las despedidas de los pacientes con sus familiares. La nueva medida permite que únicamente una persona pueda entrar en la residencia cuando uno de sus familiares se encuentre en estado muy grave. Esta norma viene acompañada de ciertos criterios. El centro valorará si tiene un espacio habilitado para ello, evitando que el familiar tenga que hacer grandes recorridos para ver a su allegado.

El período máximo de visita será de 30 minutos y el familiar deberá firmar un consentimiento informado de que se dan las circunstancias para ello. Además, los responsables del centro tendrán que disponer de equipos de protección individual (EPI) para el personal y para el familiar que acude a la despedida, según explicó con palabras entrecortadas, dado este asunto, el secretario general técnico del departamento de Cuidadanía y Derechos Sociales, José Antonio Jiménez.

La consejera de Ciudadanía, María Victoria Broto, hacía referencia a la preocupación provocada por el hecho de que las personas no se hayan despedido de sus familiares, «es una situación que hemos gestionado con mucho dolor y tristeza; lo que nos ha movido en todo momento es preservar la salud de los familiares y de los residentes. No hemos dejado entrar a la residencia para controlar y evitar el contagio», señaló.

Salidas al exterior

La siguiente cuestión de la norma abarca la salida de los residentes en el entorno del centro. Se permitirá la utilización de pequeños espacios de las residencias para que las personas puedan salir, sin abandonar el radio del centro. «Los residentes no pueden salir, aunque el Ministerio haya regulado los paseos, ya que esa medida excluye a las personas residentes en centros de mayores», indicó Jiménez.

Así, el gobierno autonómico pretende fomentar las salidas al exterior de centros que tienen espacios abiertos al aire libre, como jardines o plazas, siempre que no se invada la vía pública y se respeten las medidas de prevención.

Actividades de tres

Las residencias también reanudarán sus actividades, pero de una manera cautelosa. Se permitirán pequeñas actividades, de no más de tres usuarios y un responsable del centro. Atendiendo a salvaguardar las medidas requeridas y siempre que el espacio físico de la residencia permita la distancia interpersonal. «Es una demostración de que estamos actuando siempre pensando en los mayores, pero con moderación y cautela», expresó Broto.

Las personas que salieron de su residencia, que fueron pocas, «una minoría», según la consejera, y se fueron a su domicilio con su familia, podrán volver a la residencia.

Nuevas altas

Se plantea que, a partir del día 11 de mayo, puedan producirse nuevas altas en las residencias. La orden autorizará a algunas a registrarlas y deberán cumplir con un estricto protocolo para incorporar usuarios al centro.

En los dos últimos casos, tanto el regreso de residentes como nuevos ingresos, presentan varias condiciones. La norma, que se publicará oficialmente el lunes, establece que no pueden admitirse nuevos residentes en centros afectados por covid-19, «solo podrán admitir residentes nuevos aquellos centros que hayan superado 28 días de cuarentena sin registrar casos positivos», subrayó el secretario general técnico. Estos centros deberán disponer de un mínimo del 10% de plazas libres, sin computar las de enfermería, para poder tener un dispositivo de aislamiento en caso de que surja un brote de esta pandemia. Aragón ha registrado desde el inicio de la misma un total de 2.023 casos de personas contagiadas por coronavirus en centros residenciales.

El residente que tenga que incorporarse deberá hacerse una prueba diagnóstica, con resultado negativo, previamente al ingreso. Cuando entre, deberá tener un tiempo de cuarentena aislado de 14 días. Asimismo, los centros deberán solicitar la admisión, previamente, al departamento de Ciudadanía y Derechos Sociales, para que se autorice el ingreso. «Es una medida de precaución porque tenemos que analizar el espacio físico disponible en el centro residencial», apuntó Jiménez.

Por otro lado, María Victoria Broto quiso hacer referencia a un Primero de mayo inédito, «sorprendente y extraordinario», calificó, celebrado en la séptima semana de estado de alarma. Reconoció la labor y el esfuerzo de los trabajadores y las trabajadoras de Aragón, tanto de los servicios sociales como los sanitarios, «y también todos los que han hecho posible este confinamiento, que han ayudado con valentía con su trabajo a hacer posible que la vida haya sido más fácil para todos, han hecho un esfuerzo y se han puesto a prueba y han manifestado el valor que tiene la sociedad», añadió.