Los presupuestos aragoneses que previsiblemente se aprobarán en febrero corren el riesgo de nacer con una carencia de casi 147 millones de euros si se hace realidad la amenaza del ministro de Hacienda, Cristóbla Montoro.

El dirigente popular anunció ayer que las entregas a cuenta para este 2018 serán inferiores (hasta en 2.000 millones de euros para el conjunto de las autonomías) a las previstas en el mes de julio, calculadas entonces pensando en tener unos nuevos presupuestos generales del Estado. Este gesto ha puesto en pie de guerra a multitud de comunidades al considerar que todas ellas habían elaborado sus cuentas con previsiones más optimistas.

El departamento de Hacienda del Gobierno de Aragón señaló que todavía confían en que no se necesaria la aplicación de la medida. Así, la consejería encabezada por Fernando Gimeno solicitará un debate en profundidad sobre la situación en el consejo de Política Económica y Fiscal.

En el borrador de los presupuestos de este año presentado a finales de diciembre figuran ingresos provenientes del Estado por más de 3.555 millones de euros. La DGA contaba con aumentar en 225 millones lo que se ha percibido en el ejercicio de 2017, algo que ahora nadie está en posición de garantizar. El sistema se basa en que el Estado transfiere adelantos a cuenta de los ingresos tributarios previstos que estima y posteriormente se hace una liquidación, que es definitiva dos años después. Puede ser al alza o a la baja.

REGLAS DE GASTO

Este anuncio del ministro Montoro no es el primero que ha sobresaltado a las comunidades autónomas en las últimas semanas. Usando la vía epistolar los responsables económicos autonómicos ya recibieron el aviso de que tenían que ajustar sus balances para cumplir con las reglas de gasto impuestas por Europa.

En esta ocasión Aragón contestó que previsiblemente cumplirá con lo acordado y que en el mes de octubre ya se vio obligada a cerrar el presupuesto para evitar una desviación de las cuentas. El documento firmado por el ministro popular pedía un ajusto de 20 millones de euros, algo que Gimeno no consideró "preocupante" al ser una parte muy pequeña de un presupuesto total de 5.000 millones.

La previsión es que Aragón se endeude en este 2018 un máximo de 1.231 millones de euros, lo que supone un 30% más que en el 2017 y se superen por primera vez los 8.000 millones de euros. Esto implica que en apenas una década la deuda pública de la comunidad aragonesa se habrá multiplicado por más de cinco. En todo caso, según la DGA, esta evolución sigue " la senda de la contención". La medida estatal se encuentra en el 27,7%, mientras que en Aragón está en al 21,3%.