El Gobierno de Aragón ha interpuesto una demanda para recuperar las pinturas murales de la Sala Capitular del Monasterio de Sijena (Huesca) que se encuentran en el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC).

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, el consejero de Presidencia, Roberto Bermúdez de Castro, ha hecho hincapié en es un paso adelante para recuperar unos bienes que nunca debieron desaparecer del patrimonio de Aragón.

El Ejecutivo aragonés ha interpuesto la demanda ante el Juzgado de Primera Instancia de Huesca después de que las legítimas propietarias de estos bienes, las religiosas de la Orden de San Juan de Jerusalén, le cedieran los derechos de acción procesal.

En ella reclama que se ponga fin a la detentación de las pinturas por parte del Museo Nacional de Arte de Cataluña, ya que no existe ningún depósito formalizado por parte de las propietarias.

Según el Gobierno de Aragón, no existe tampoco ningún título de posesión ni de propiedad que dé soporte jurídico a la situación actual y que legitime la permanencia de las pinturas murales en el MNAC.

La interposición de la demanda se produce después de que el MNAC no contestara al requerimiento administrativo planteado el pasado mes de septiembre por el Gobierno de Aragón para que pusiera estas obras de arte a disposición de sus propietarias.

Las pinturas de la Sala Capitular del Real Monasterio de Sijena (Huesca) datan de principios del siglo XIII y son de un valor excepcional.

Una parte de ellas se perdió durante el saqueo e incendio del Monasterio en 1936 y otras, gravemente dañadas, fueron arrancadas y trasladadas a Barcelona.

Posteriormente, en 1961, el resto de pinturas que quedaban ocultas bajo encalados y tabiques del Monasterio también fueron levantadas y llevadas al Museo de Arte de Cataluña, en este caso con autorización de la Administración General del Estado a través de la Dirección General de Bellas Artes.

Todas ellas permanecen desde entonces en el MNAC sin ningún título jurídico que justifique su posesión ni depósito formalmente constituido.

La demanda se plantea por tanto contra el Museo Nacional de Arte de Cataluña y contra la Administración General del Estado porque ni en 1936 ni en 1961 existió solicitud de las propietarias de las pinturas ni consentimiento para el arrancado y traslado de estas obras de arte.

Esto hace que no haya ningún soporte jurídico para la detentación de las pinturas en el MNAC, según el Gobierno de Aragón.

A la vista de esta situación, el Ejecutivo aragonés -en nombre de la Orden de San Juan de Jerusalén- demanda que se declare la finalización de esta situación y que los bienes se reintegren a sus propietarias, restituyéndolos de forma inmediata a la Sala Capitular del Real Monasterio de Sijena.