Prevenir los accidentes en la montaña es el objetivo de la cartografía ATES, una novedosa herramienta para evaluar el peligro de aludes en la zona del macizo del Aneto (Huesca) y que clasifica los terrenos en simple, exigente o complejo.

Esta cartografía es la primera desarrollada por la campaña Montaña Segura- fruto de un convenio entre Gobierno de Aragón, Aramón y la Federación Aragonesa de Montañismo- y se puede consultar y descargar ya en la página web de Montaña Segura, en formato de imagen o de mapa vectorial.

Esta pionera herramienta, que en los Pirineos solo se ha puesto en marcha en el Valle de Arán y recientemente en Andorra, ha sido presentada hoy en Zaragoza por la directora general de Justicia e Interior del Gobierno de Aragón, María Ángeles Júlvez; la gerente de la Federación Aragonesa de Montañismo, Carmen Maldonado, y uno de los técnicos que ha llevado a cabo el proyecto, Iván Moner.

El mapa cubre las zonas donde habitualmente se practica montaña invernal y tiene como puntos de partida el Hospital de Benasque, el refugio de La Renclusa y el refugio Cap de Llauset.

Remuñe, Literola, Escaleta, Barrancs, cabeceras de Cregüeña y Vallibierna, Salenques, Rigüeno y Llauset son los valles principales que cubre la zona cartografiada, con el pico Aneto en el centro.

Con este mapa en una mano y el Boletín de Peligro de Aludes de la Agencia Estatal de Meteorología (de débil a muy fuerte), el montañero invernal deberá elegir qué ruta es la que mejor se ajusta a la estabilidad del manto nivoso y a su propia experiencia y la del grupo.

Ambas informaciones se cruzan en el "Cuadro del Evaluador" en el que se obtiene una recomendación concreta de precaución, precaución extra o no se recomienda, aunque "al final será el montañero el que tome su propia decisión", ha expuesto la gerente de la Federación de Montañeros de Aragón.

Por su parte, la directora general de Justicia e Interior ha expuesto que este programa de seguridad en las montañas "sirve de modelo para otras comunidades porque cuenta con los implicados" y permite prevenir que "no se vaya a la montaña con ignorancia".

Tal y como ha apuntado el técnico Iván Moner, la cartografía ATES del Aneto revela que un 50 % del terreno es complejo, un 40 % es exigente, mientras que un 10 % es simple, es decir, existen muchas opciones para reducir o eliminar la exposición a los aludes.

"Este sistema nace en Canadá en 2003 a raíz de un accidente grave que sufre un grupo de adolescentes haciendo raquetas en un lugar que para alguien con pocos conocimientos podría parecer simple y seguro. Pero hacía mal tiempo y no se daban cuenta del terreno que tenían por encima, bajó una avalancha y acabó con la vida de siete menores", ha relatado el técnico, quien ha recalcado la "importancia de completar la información diaria del peligro de aludes con información sobre el terreno".

Una información que "tiene la ventaja de que es fija", ha evidenciado Moner, quien desarrolló esta herramienta junto a un equipo de tres profesionales más, combinando el trabajo cartográfico con trabajo sobre el terreno en la primavera del 2017, cuando además de recorrer el terreno llevaron a cabo encuestas con guardas, guías y agentes de la zona, así como población local, para conocer también datos históricos sobre aludes.

En este sentido, la directora general de Justicia e Interior ha informado de que en el 2017 se produjo una intervención del 112 por alud, en el 2016 fueron 6 y en el 2015, 4 actuaciones del servicio de emergencias.

Ahora, con esta primera cartografía en marcha, la campaña Montaña Segura espera recibir las opiniones de los montañeros que lo usen esta temporada y plantea implantarlo en un futuro en el resto de los Pirineos y en las zonas de Teruel que puedan ser susceptibles de aludes.