Los consejeros de sanidad de las ocho comunidades autónomas no gobernadas por el PP cifraron ayer en 1.800 millones de euros la deuda del Ejecutivo con el Sistema Nacional de Salud y alertaron de la "grave amenaza que gravita" sobre la sanidad pública.

Esta cifra salió de un encuentro que tuvo lugar en Madrid y en el que participó el consejero aragonés de Sanidad, Alberto Larraz, junto a sus homólogos de Castilla-La Mancha, Asturias, Andalucía, Cataluña, Cantabria y Extremadura. Tras la reunión los consejeros también expresaron su preocupación por "los reiterados anuncios de nuevos programas y falsas prestaciones" que ha hecho el ministerio sin consensuarlos con las comunidades.

Según explicó el consejero Alberto Larraz, "1.800 millones de euros es mucho dinero para la Sanidad y necesitamos que antes de que termine esta legislatura el Ministerio haga un esfuerzo y como mínimo todo lo que se refiere a la incapacidad laboral transitoria se revierta a las comunidades autónomas".