Con la vuelta a la actividad este lunes de los sectores no esenciales, Aragón recupera parte de su pulso productivo. A efectos prácticos volverán al trabajo la construcción y la industria, aunque esta última lo hará a medio gas con muchas fábricas a baja producción y grandes empresas tractoras como Opel o BSH aún cerradas. Así, la vuelta a la normalidad desde un punto de vista económico todavía se ve muy lejana, aunque la patronal y los sindicatos aragoneses apoyan que la maquinaria vuelva a ponerse en marcha siempre que se cumplan los protocolos de seguridad.

«Aunque solo vuelve una parte pequeña, es imprescindible que la economía se vaya reactivando de forma paulatina porque si no los efectos en las empresas y en el empleo serán desastrosos», subraya el presidente de CEOE Aragón, Ricardo Mur. Los sindicatos apuntan en la misma dirección, pero inciden en que el objetivo principal es que las compañías «no se conviertan en un foco de contagio», tal y como indica el responsable de Industria de UGT Aragón, José Juan Arcéiz. Para ello, Mur considera esencial que el Gobierno facilite el acceso a los equipos de protección individual: «O al menos que nos diga dónde podemos comprarlos porque no es fácil conseguirlos».

Con motivo del regreso de los sectores no esenciales, el Gobierno central ha publicado una guía de buenas prácticas en las empresas. Un manual que por ejemplo recomienda lavar la ropa de trabajo a una temperatura de entre 60 y 90 grados, pero que indica que el uso de las mascarillas no es imprescindible si se mantienen las distancias de seguridad.

Los sindicatos también han elaborado su propia guía y velarán por que se cumpla, mientras que algunos sectores han diseñado una específica para su actividad. Es el caso de la patronal y los sindicatos de la construcción. En Aragón, este motor económico volverá casi al 100%, lo que permitirá que unas 30.000 personas regresen a sus puestos de trabajo o que las 25 promociones de vivienda que se están levantando en Zaragoza se reactiven. «Estamos todos preparados para volver, hay una mezcla de ganas y necesidad», asegura el presidente de la Confederación de Empresarios de la Construcción de Aragón, Juan Carlos Bandrés, que también es director general del grupo Lobe. El regreso de este sector permitirá que muchos autónomos y pequeñas empresas dependientes vuelvan al trabajo.

La que retomará la actividad a medio gas será la industria. Las fábricas que vuelven a abrir sus puertas lo harán a un ritmo muy inferior al habitual y el hecho de que grandes locomotoras como BSH y (sobre todo) Opel sigan cerradas será determinante. La planta de Figueruelas aún no tiene fecha de reapertura y eso genera un efecto dominó en todas las auxiliares del automóvil. «Ninguna fábrica volverá al 100% y las que regresan este lunes arrancarán con pequeñas líneas de producción», indica Arcéiz.

Así, por ejemplo, mañana retomarán la actividad a medio gas firmas como Valeo, Dana Automoción, Megasider o Electrónica Cerler, mientras que otras como Mann Hummel ya habían regresado el pasado lunes agarrándose a la nota interpretativa que publicó el Ministerio de Industria y que incluyó algunas excepciones. Sin embargo, la fábrica de filtros también está operando a apenas el 20% de su capacidad y solo están activas las líneas de equipos de recambio o los que se utilizan en hospitales o sedes públicas.

Por todo ello, hoy tan solo volverá una parte muy pequeña de los 110.000 ocupados que emplea la industria en la comunidad. Sin duda, esta es una mala noticia para los intereses económicos de Aragón, ya que, como subraya el presidente de la Cámara de Comercio, Manuel Teruel, hasta que la industria no se reactive totalmente el resto de la actividad seguirá medio moribunda.

Las empresas consultadas confían en que el impacto de estos 15 días de parón será reducido, pero temen sobre todo al medio y largo plazo. «Las pymes y autónomos van a necesitar más ayuda porque los efectos van a ser duraderos», señala Mur, que recuerda que el 88% de los ERTE han sido solicitados por firmas del sector servicios. De hecho, buena parte del comercio minorista y toda la hostelería seguirán cerrados.

Sin fecha para el regreso de la planta de Figueruelas

Responsables de la dirección de PSA Opel en Figueruelas y miembros del comité central de salud laboral realizarán hoy una visita a la instalaciones de la factoría para comprobar que las medidas de seguridad habilitadas se ajustan a los decretos del Gobierno para cuando se reanude la actividad, sobre la que todavía no hay fecha. Según el portavoz del comité central de salud laboral de la planta, Joaquín Pardillos, la factoría se ha desinfectado entera y la distancia entre trabajadores tendrá que ser de, al menos 2 metros, pero si no se puede garantizar en puestos estáticos se tendrán que instalar barreras físicas y bajar la velocidad de la línea de producción. Si aun así no es suficiente se repartirán mascarillas. La actividad volverá de forma escalonada y lo que está claro es que los 5.500 empleados no volverán a la vez. Además, se instalarán cámaras para medir la temperatura.