Aragón registra anualmente entre 100 y 110 nuevos casos de VIH, según las cifras aportadas ayer desde Omsida Zaragoza en el día nacional de la prueba del VIH. "Nuestra asignatura pendiente es evitar que se repitan las mismas infecciones cada año y conseguir que la gente se quite el miedo a hacer el test del VIH", apuntó Juan Ramón Barrios, presidente del colectivo.

Desde la asociación Omsida Zaragoza, que ayer instaló en la capital aragonesa mesas informativas (en Plaza España y en el campus de la plaza San Francisco) y distribuyó documentación en las diferentes oficinas de farmacia de Aragón, apuntaron en la comunidad alrededor de 5.000 personas están contagiadas por esta enfermedad. "La mitad de los nuevos casos detectados en Aragón cada año son tardíos, es decir, personas que tienen el VIH sin saberlo porque no se ponen en manos del médico y, poco a poco, van perdiendo defensas porque el virus afecta a la sangre", apuntó Barrios.

PRUEBA GRATUITA En España se calcula que existen entre 130.000 y 150.000 personas infectadas por el VIH, un 30% de las cuales no saben que tienen el virus porque no se han hecho la prueba. "Una persona puede ser portadora del VIH y estar entre seis y ocho años sin saberlo, sin que haya síntomas en sus sistema inmunológico. De ahí la importancia de hacerse la prueba y controlar la salud, para evitar también infecciones a otras personas", señaló Barrios.

El test del VIH es gratuito y confidencial. "La gente tiene pudor de hacerse este tipo de prueba, pero se garantiza que su nombre no va a salir a la luz. Nosotros llevamos varios años realizando la prueba y, el año pasado, detectamos el 10% de las infecciones de Aragón", explicó el presidente de Omsida Zaragoza, un colectivo que durante todo el año colabora "estrechamente" con el Colegio de Farmacéuticos de Zaragoza en las campañas de prevención y detección del VIH.

Respecto al perfil, Barrios aseguró ayer que en los últimos años las infecciones en menores de 25 años están aumentando. "La gente joven no ha vivido el drama del sida de los años 80 y 90, no saben de su peligro porque ahora no es una enfermedad mortal porque es tratable, y de ahí que hay menor concienciación. Le han perdido el miedo. Por otro lado, la actividad sexual entre los jóvenes cada vez empieza antes y los riesgos crecen. Aunque tampoco hay que olvidar que sigue habiendo adultos infectados", argumentó Barrios, quien también señaló que "un tercio de las nuevas infecciones" se dan entre personas extranjeras. "Al tener un acceso limitado a la salud no acuden a hacerse las pruebas", dijo.

La Asociación Omsida organiza este jueves, en el centro Joaquín Roncal, la IV Jornada

Relación Paciente VIH y Profesionales Socio Sanitarios.