Aragón ha registrado en la última semana un «caso sospechoso» de meningitis que, a la espera de confirmación microbiólógica, eleva a cuatro los afectados en apenas un mes por enfermedad meningocócica y a trece los casos detectados en lo que va de año.

Según informó ayer el boletín epidemiológico de Salud Pública del Departamento de Sanidad, la afectada es una mujer de 67 años, residente en Zaragoza, y a cuyos contactos más estrechos que ya se les ha recomendado la administración de quimioprofilaxis. La afectada, durante el periodo de incubación, se encontraba fuera de España y fue diagnosticada a su regreso a la capital aragonesa, según matiza el boletín.

El caso se produce apenas una semana después de la sepsis meningocócica detectada en un bebé de 21 meses, residente en la provincia de Zaragoza, que fue diagnosticado a la espera del serogrupo. No se trata del único menor detectado este año. De hecho, hace 15 días se produjo otra meningitis en una niña de 23 de meses que, en su caso, sí asistía a un centro infantil y, por tanto, también se recomendó medicación a niños y educadoras.

Desde el Departamento de Sanidad mantienen al calma y la dirección general de Salud Pública de momento transmite tranquilidad. De hecho, desde el organismo está descartada la inclusión de la vacuna de la meningitis B en el calendario oficial al entender que «no está justificada» su utilización «de forma generalizada». Así lo comunicó el organismo a las familias a través de una circular y ante la aparición de varios casos en la comunidad.

También se alude a una «alta proporción» de reacciones adversas locales y fiebre de más de 38 grados «en lactantes vacunados especialmente cuando se administra de forma concomitante con otras vacunas del calendario infantil». Por otro lado, también se alude a la baja incidencia.

«A esta situación debe añadirse que hay escasos estudios sobre el grado de efectividad de la nueva vacuna. Tampoco se conoce la duración de la protección», reiteró Salud Pública.