Un hombre de 49 años se convirtió ayer en la primera víctima mortal por gripe A en Aragón que no padecía patología previa alguna. El fallecido, natural de Villafranca del Campo y residente en Calamocha, y que, al parecer, no se había vacunado, murió alrededor de las 15.00 horas en el hospital Obispo Polanco después de haber permanecido durante 20 días en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).

El primer caso de fallecimiento de una persona que no estaba aquejada de una enfermedad anterior, confirmado a este diario por fuentes del Gobierno de Aragón, cuestiona la versión oficial realizada, horas antes, por el consejero de Sanidad del Gobierno aragonés, Ricardo Oliván, que insistió en que "todos" los pacientes ingresados en los hospitales como consecuencia del virus sufrían patologías previas, "salvo los niños --cuatro o cinco desde que comenzó la epidemia-- afectados".

En este sentido, comentó que las personas sanas, sin enfermedades previas, no deben temer una complicación de la enfermedad en el caso de que se contagien, tan solo "un poco más de fiebre y más dolor muscular de lo habitual".

CUATRO EN TOTAL El caso se suma a otros dos fallecimientos por gripe A acaecidos en Aragón en las últimas horas, lo que eleva a cuatro las muertes en la comunidad desde que comenzó la epidemia y la convierte en la región con más víctimas mortales. De hecho, acumula ya el 30% del total de las muertes (13) registradas hasta ahora en España.

Las otras dos personas que perdieron la vida ayer sí estaban aquejadas de patologías previas graves y una de ellas estaba vacunada. El propio consejero confirmó que los dos fallecieron en Zaragoza. Uno de ellos, un hombre de 66 años, estaba ingresado en el hospital Miguel Servet de la capital aragonesa, mientras que el otro paciente, cuya edad no ha trascendido, se encontraba hospitalizado en la clínica Quirón. "Ambos presentaban enfermedades previas, uno de ellos terminal", indicó Oliván.

Hasta ayer, el número de pacientes ingresados en los hospitales aragoneses alcanzaba ya los 150, aunque la cantidad seguirá creciendo en los próximos días hasta alcanzar, a final de mes, el pico de más alto de la epidemia, de los cuales 21 están en las unidades de cuidados intensivos de los hospitales.

El consejero hizo, en todo caso, un nuevo llamamiento a la "tranquilidad" por la epidemia de gripe "normal" y pidió no sacar "las cosas de quicio" porque "todos los años hay gripe y todos los años, por desgracia, mueren en este país muchas personas a consecuencia de la gripe del tipo que sea", manifestó. De hecho, recordó que, en el 2012 fallecieron tres personas en una residencia de Teruel por gripe A.

En cuanto al efecto de la vacuna, Oliván reconoció que hay personas que han sido vacunadas contra la gripe y que, posteriormente, han contraído el virus ya que la dosis no tiene "una garantía de inmunidad del 100 %" e incidió en que su eficacia "depende del organismo de cada paciente". Oliván expuso que "entre un 75 % y un 85 % de los vacunados no se contagian, mientras que el resto contrae la gripe o lo hace con menor virulencia".

De todas formas, el consejero reiteró que el comportamiento de la epidemia es "similar" al del invierno del 2010 y que los casos registrados no empezarán a disminuir hasta febrero.

"Como todos los años, se han reforzado los centros de salud para atender a los pacientes y se continuarán adoptando medidas en el caso de que sea necesario", apuntó.