La siniestralidad laboral con baja en Aragón aumentó un 6,27% en el 2019 respecto al año anterior. Esta cifra se traduce en una subida de casi 1.000 accidentes leves, un aumento del 0,93% en los graves, con un total de 108, y una estabilidad en 26 accidentes mortales. Así lo dieron a conocer ayer el secretario de Salud Laboral de Comisiones Obreras (CCOO), Luis Clarimón, y el secretario de Política Industrial y sindical de Unión General de Trabajadores (UGT), José de la Morena, en una rueda de prensa donde presentaron el informe de siniestralidad del año 2019 que elaboran conjuntamente.

En el año 2018, los accidentes in itinere, es decir, los que ocurren yendo o volviendo del trabajo, fueron mayores con un 30,55%, y en el 2019 un 10,34%, pasando de 11 fallecidos a tres. Este año, según explicó Clarimón, «no va a ser un buen año» debido a que en apenas dos meses la cifra de muertos ya es mayor que la recogida durante todo el año pasado. Esto se debe al accidente ocurrido el pasado viernes en la localidad de Caspe cuando la furgoneta en la que viajaban ocho trabajadores agrícolas paquistanís invadió el carril contrario y colisionó de frente con un tractor cobrándose así cuatro vidas. Respecto a esta mala noticia, De la Morena comentó que era una «cruel incongruencia que uno acabe perdiendo la vida ahí donde va a ganársela».

El 2019 registró la cifra más alta de este tipo de accidentes en los últimos diez años, con un continuo crecimiento desde el año 2014, que se registraron 1.548, hasta el año pasado, que hubo 2.178 accidentes.

Preocupación

Los viajes al centro de trabajo se realizan mayoritariamente en automóvil y, según explicaron, las empresas ofrecen cada vez más plazas de aparcamiento gratuitas en vez de autobuses de empresas, «lo que supone un empeoramiento de las condiciones de trabajo y calidad de vida de los trabajadores».

Clarimón mostró su preocupación ante esta situación y explicó que era «muy importante hacer que se refleje en las evaluaciones de las empresas y que se tomen medidas respecto a la movilidad laboral para reducir esta siniestralidad». Ante esta situación, De las Morena reivindicó que «lamentablemente» los accidentes in itinere no están incluidos dentro del marco de la actividad preventiva y exigió, por parte de los sindicatos, que las actividades del desplazamiento, tanto individuales como colectivas, «se aborden desde el punto de vista preventivo debido al gran factor de riesgo que tiene».

La figura del gestor de movilidad en los polígonos industriales fue otra demanda de ambos sindicatos al argumentar que redundaría en una menor siniestralidad in itinere, se abaratarían costes y se reducirían las emisiones de dióxido de carbono, además de contribuir a la movilidad sostenible.

En esta línea, reclamaron que la Plataforma Logística de Zaragoza (Plaza) al ser un polígono de la Administración autonómica y basado en la logística «debería disponer de un gestor de movilidad», pero criticaron que «hay obstáculos» para su creación aunque hay empresas interesadas. «Debería tener ya un gestor de movilidad y ser ejemplo a otros polígonos, porque, además, depende en buena medida del Gobierno de Aragón», remarcó Clarimón para citar el ejemplo de una zona industrial de El Burgo de Ebro, que sí que cuenta con este tipo de servicio.

En cuanto al reconocimiento de enfermedades profesionales se reconocieron 636. Clarimón hizo hincapié en que «son muchas menos de las que ocurren en realidad» porque «se ocultan muchos casos». Ante esta situación se exigió que se pusiera en marcha un sistema en la seguridad social para que realmente la enfermedades profesionales sean derivadas a las mutuas porque hasta que esto no ocurra, «no tendremos una estadística real de lo que está sucediendo y además estará pagando el sistema público de salud un gasto que no le corresponde», explicaron. En cómputo general, ha habido un aumento del 3,1% de las enfermedades profesionales en Aragón.