Pobre Cataluña, con su modelo fenicio... Nunca había estado en peores manos. En las de Mas, un político que trafica con el sentimiento de su pueblo, y en las Junqueras, otro profesional del victimismo.

A pesar de eso, el Estado español, católico, apostólico y romano, pero en manos de un pusilánime, no cesa de otorgarles prebendas, obra pública, financiación, alta velocidad, corredor mediterráneo... Un poco lo que sucedía con el País Vasco en los albores de la Transición, que cuanto más trabajaba la ETA, mejor salario recibían.

No siempre ha sido así. Hace treinta años conocí a Josep Tarradellas, el mito de la resistencia antifranquista, uno de los últimos supervivientes políticos de la II República, y quien mantuvo en el exilio la bandera de la Generalitat. Era tolerante. Creía en la España de las Autonomías, en la conveniencia de encajar a Cataluña y de llevarse bien con vecinos como Aragón.

Jordi Pujol fue harina de otro costal. Creo que realmente tenía madera de hombre de Estado, y por eso no puso a los suyos en peligro. Su estrategia, muy práctica, siempre fue la misma: paso adelante, paso atrás; amagar con la independencia, para reafirmarse en España una vez cobrado el plus.

Ahora, Artur Mas, su poco aventajado discípulo, ha precipitado los plazos de la independencia porque no tiene nada que ofrecer. Bajo su mandato, Cataluña se ha empobrecido. Ha aumentado el paro. Los servicios públicos son peores.

Pero, fuera de sus fronteras, la independencia trae al pairo al resto de Europa. Entre otras cosas, porque allí no se habla catalán ni se cree que los alemanes sean como los catalanes. Estos cada vez tienen más dificultades para considerarse distintos. La historia de su condado les ayuda muy poco. La mitad de las obras artísticas que muestran como patrimonio propio son aragonesas, vendidas por curas ignorantes, arrambladas por obispos demasiados listos, o quién sabe por qué oscuros intermediarios...

Mientras Mas trafica electoralmente con el sentimiento de los catalanes y negocia para convertir en votos o en euros su consulta, el modelo de las Autonomías ha pasado a mejor vida y pagan justos (Partido Aragonés, Chunta Aragonesista) por pecadores (CiU, ERC).

Modelo fenicio, modelo romano... ¿Por qué no volvemos a los griegos?