En comparación con el resto de comunidades autónomas, Aragón se encuentra entre las tres últimas con menos morosidad media, debido a que ocupa el puesto número 16 de las 18 comunidades analizadas. A pesar de esta buena situación, la morosidad media en Aragón aumentó hasta 3.963,14 euros desde el año 2007 hasta el 2018, lo que supuso que el índice de morosidad se incrementara un 2,53% entre los años 2017 y 2018.

Estos datos han sido recogidos en el XI estudio FIM (Fichero de Inquilinos Morosos) sobre morosidad en Arrendamientos Urbanos, que muestra las cifras de los impagos en el alquiler, así como la evolución de la morosidad en el conjunto de España desde el año 2007 hasta el 2018.

El FIM es una medida preventiva para hacer frente a los impagos en los arrendamientos que se elabora gracias a las incidencias informadas por los profesionales inmobiliarios, los particulares y las sentencias judiciales. Sergio Cardona, Director de Estudios y Calidad del FIM, explicó que el principal objetivo era «prevenir la morosidad y fomentar el alquiler». Gracias a esta herramienta, el propietario puede tener una seguridad a la hora de tomar decisiones y así evitar el miedo. «Una vez que los inquilinos han pasado por este tipo de problemas, ellos mismos dicen que una y no más, que no quieren volver a pasar por lo mismo» explicó Cardona.

Fernando Baena, Presidente del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Aragón y Soria, destacó antes de nada que «la mayoría de las personas pagan religiosamente pero es inevitable que en cualquier actividad económica haya pícaros». Baena no pudo negar que había «un temor por la falta de pago» debido a que se trataba de un periodo «muy largo para solucionarlo».

Aragón se puede dividir en «dos mundos muy diferentes», como definió Cardona a la situación de Zaragoza en comparación con Huesca y Teruel. Hasta el 80% de los alquileres que se dan en la comunidad aragonesa, están concentrados en Zaragoza. Cardona destacó que «incluso sumando las cifras de alquiler de Huesca y Teruel, no se alcanza a Zaragoza». A pesar de esto, Teruel es la comunidad que se sitúa con una variación de morosidad mayor entre el 2017 y el 2018 debido a que anteriormente se trataba de una región donde no se había desarrollado tanto el mercado de alquiler.

Durante los años de la crisis, la gente se incorporó al alquiler debido a que no se podían permitir comprar, por lo que el informe refleja una subida desde el primer año analizado hasta el último, menos en los años 2015 y 2016, donde se produjo una disminución debido a la mejoría de la economía. El índice de morosidad pasó de 268,84 a 266,29.

TIPOS / Existe una relación entre el volumen de impago con el esfuerzo que supone a una persona pagar la renta, es decir, la situación económica. En este aspecto, «la morosidad es independiente de la edad que se tenga» explicó Cardona, por lo que no se puede establecer un perfil claro de inquilino moroso, pero sí que se puede realizar una división de los dos posibles tipos que existen. En primer lugar aquellas personas que no pagan porque no tienen ingresos y en segundo lugar, los morosos profesionales, que son aquellas personas que directamente los que no quieren pagar.