España va a vivir el período de duelo oficial más largo de la democracia en homenaje a las víctimas del coronavirus.

Comenzó ayer y se alargará hasta el 6 de junio. Razón por la que las ciudades y pueblos aragoneses se silenciaron este miércoles durante un minuto cuando las agujas del reloj marcaron las 12.00 horas. La emoción encogió a centenares de ciudadanos que decidieron acudir frente a las puertas de los diferentes edificios institucionales, pero también a los hospitales, lugares donde semanas atrás el sonido era el de los aplausos a los sanitarios. Era la forma de agradecerles. Ayer no hubo alegría, incluso alguna lágrima mojó las mascarillas que llevan los héroes de la pandemia.

El luto lo acordó el presidente del Ejecutivo Pedro Sánchez y la encargada de trasladar la convocatoria a la sociedad en Aragón fue la delegada del Gobierno en la comunidad, Pilar Alegría, quien, aseguró que «es un homenaje a los muertos, pero también a sus familiares, que en los momentos más duros no tuvieron la oportunidad ni de despedirse de ellos. También a las personas que enfermaron de coronavirus y tuvieron que vivir solas la enfermedad por el confinamiento. El recuerdo es para todos ellos».

En momentos de recuerdo, es imprescindible mirar al futuro, por lo que, aunque las cifras sean más positivas y vayan reduciéndose, «no podemos bajar la guardia, el virus sigue existiendo, está en nuestra sociedad y conviene que la cautela y la prudencia sea nuestra principal aliada», aseveró. Señaló que una de las enseñanzas de esta crisis es que «juntos hemos conseguido ganar terreno al virus y con esa unidad lograremos finalmente acabar y derrotar al covid-19».

La delegada del Gobierno agradeció el trabajo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, que «han velado por el cumplimiento del Real Decreto y también nos han protegido», y resaltó la labor de la Unidad Militar de Emergencias y del Ejército con las desinfecciones en residencias. «Mi reconocimiento será siempre inmenso a la magnífica labor que han realizado y al trabajo de tantas y tantas personas durante estos difíciles meses», concluyó.

El valor y la unión de los aragoneses también protagonizaron parte del discurso del presidente de Aragón, Javier Lambán, quien estuvo acompañado por sus consejero, en el minuto de silencio en el Edificio Pignatelli. Lambán expresó su «pésame, su compañía, su afecto y su respeto hacia todas las familias que han sufrido la irreparable pérdida de sus seres queridos». Para el presidente, el esfuerzo colectivo de los aragoneses en la lucha contra esta grave crisis sanitaria «ha aportado lo mejor de nosotros mismos para seguir adelante, trabajando por el bien común». «Somos fuertes, somos pocos, pero nunca poco», subrayó, finalizando con un recuerdo a «todos los que faltan», deseando que «descansen en paz».

También hicieron lo propio los parlamentarios de las Cortes de Aragón que abandonaron sus quehaceres un minuto y se concentraron en las puertas de La Aljafería.

Un gesto que también realizaron alcaldes y ediles de los ayuntamientos de las localidades aragonesas. Los populares Jorge Azcón y Emma Buj, de Zaragoza y Teruel, celebraron que «el Gobierno de España se haya unido al luto que ya habían decretado otras administraciones». Luis Felipe, regidor de Huesca, pidió «sentido común» para evitar rebrotes,

Unos sentimientos que pudieron verse también en otros lugares como en sedes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, en la Universidad de Zaragoza y hasta en el interior de las iglesias. Aragón recordó a sus ya 860 fallecidos.