Los alumnos aragoneses de las etapas de educación obligatoria (infantil, primaria y secundaria)no tendrán que asistir a clase ni hoy ni mañana. Así lo decidieron ayer los responsables del Gobierno de Aragón tras la reunión del Centro de Coordinación Operativa (Cecopi), en la que los diferentes agentes que participan constaron que las dificultades ocasionadas por la borrasca Filomena no han quedado atrás. Para estos días, tanto para hoy como para mañana, se esperan heladas importantes (sobre todo en Huesca y Teruel), por lo que el manto de nieve acumulado podría convertirse en hielo.

Así, para evitar desplazamientos por carretera hasta los centros escolares, dado que gran parte de la red de carreteras sigue sufriendo afecciones por el temporal, el Gobierno de Aragón decidió suspender todas las clases así como las rutas escolares. Lo anunció la consejera de Presidencia de la DGA, Mayte Pérez, tras la reunión del Cecopi, pero antes del encuentro Javier Lambán ya se había posicionado a favor de suspender la vuelta a las aulas. «Es lo más sensato», dijo el presidente autonómico, que recordó que otras comunidades ya habían tomado el sábado esta misma decisión.

Pero el peligro del hielo no es el único inconveniente que los responsables de Educación del Gobierno de Aragón han encontrado. Según explicó la directora de Planificación, Ana Montagud, además de las cuestiones relacionadas con la seguridad, los dos días serán aprovechados «para trabajar en la habitabilidad y limpieza de los centros, además de favorecer una subida de la temperatura ambiente ante el regreso del miércoles». Por su parte, el Ayuntamiento de Zaragoza ya dio la orden de encender la calefacción durante el fin de semana de todos los centros de la capital.

Escuelas infantiles municipales abiertas

El consistorio es también el responsable de las escuelas infantiles de la capital, y según informó, en este caso, los doce centros que gestiona sí que van a abrir estos días. La universidad, asimismo, también ha retomado hoy la docencia.

Por otra parte, los efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) que el sábado por la noche solicitó el Gobierno de Aragón ya están trabajando en diferentes puntos de la comunidad desde ayer por la mañana. Concretamente, el operativo está formado por 210 militares de la UME y 85 medios físicos y actuaron en los accesos de Daroca y Castellote, que durante la noche del sábado se habían quedado incomunicados por la nieve. Los militares proceden de las unidades localizadas en Zaragoza y Valencia. La UME seguirá trabajando hoy en ambos municipios limpiando los accesos a los edificios que presten servicios básicos.

En las pistas de Zaragoza, sin embargo, solo hubo problemas el sábado. Dos aviones de carga tuvieron que cambiar su ruta y aterrizar en Barcelona, mientras que otra aeronave, esta vez con pasajeros, que venía de Rumanía, sí que pudo tomar tierra en Garrapinillos a pesar de las dificultades. Según explicó también la delegada del Gobierno en Aragón, Pilar Alegría, ayer no se tenía constancia de que quedara ningún pueblo incomunicado en la comunidad, aunque para acceder algunas localidades sí que era necesario disponer de vehículos especiales.

La falta de suministro eléctrico fue otro de los problemas que causó la nevada. En conjunto, hasta 1.000 vecinos de toda la comunidad sufrieron cortes de luz en algún momento del día. En Huesca, Samitier, El Grado, Ainsa, Bárcabo y Abizanda estuvieron sin electricidad durante todo el día, mientras que en Teruel, en Ráfales y Fuentespalda, el corte se dio por la mañana.

Camiones atrapados

Asimismo, los camiones que permanecían embolsados en diferentes puntos de la red de carreteras de la comunidad pudieron, en su totalidad, continuar ayer su ruta. Muchos de estos vehículos permanecían a la espera no solo de que mejoraran las condiciones en las vías aragonesas, sino también en sus provincias de destino. Hasta que todo su recorrido no fue sido despejado no pudieron continuar la marcha. A primera hora de la mañana eran un total de 2.300 camiones, según la Delegación del Gobierno (1.474 según la Guardia Civil), los que permanecían a la espera en diferentes estaciones de servicio, sobre todo en la autovía Mudejar (la A-23) y en la A-2, la arteria que conecta Madrid con Barcelona a través de Zaragoza.

En primer lugar, se procedió a abrir la carretera dirección a Cataluña, porque la provincia de Soria todavía permanecía con restricciones y no se podía atravesarse para llegar a Madrid. Pero a lo largo del día abrieron también esa vía. Algunos de estos camioneros atrapados llevaban más de dos días sin salir de las áreas de servicio. En este contexto, efectivos de la Policía Nacional tuvieron que asistir a un transportista que sufría un «grave dolor en el pecho» no lejos de Calatayud.

El temporal también afectó a dos carreteras nacionales, en concreto a la N-II y la N-122, con 165 y 50 vehículos embolsados, respectivamente, según los datos que ofreció el Centro Operativo de Servicios de la Guardia Civil.

El estado de alerta roja siguió vigente ayer en muchos puntos de la red de carreteras aragonesas, por lo que estaba prohibido circular a los camiones y los autobuses, mientras que el resto de vehículos debían llevar cadenas o neumáticos de invierno. Por la tarde, a las 19.00 horas, todavía se mantenía la alerta negra, es decir, estaba prohibido circular por algunos tramos situados en los municipios de Panticosa, Fanlo y Almudévar, en Huesca; y en los de Segura de Baños, Calamocha, Fonfría, Manzanera, Alcalá de la Selva y Arens de Lledó, en Teruel.

Para los próximos días, el mayor peligro ya no serán las precipitaciones, sino la drástica caída de las temperaturas en ciertas zonas de la comunidad, sobre todo en el Pirineo y en la provincia de Teruel. Tanto hoy como mañana se esperan mínimas en estos puntos que alcancen los -10 grados, por lo que la posibilidad de que aparezcan capas de hielo será muy elevada. En el valle del Ebro, sin embargo, los termómetros no registrarán heladas tan fuertes.