Sus antepasados dejaron hace tiempo Aragón, una tierra de la que siguen sintiéndose orgullosos y que ayer les tendió una nueva mano. La DGA ha decidido crear mecanismos para prestar asistencia sanitaria y social a los miembros de la Casa de Aragón en Chile que se encuentren en situación de emergencia. El acuerdo lo refrendó el viceconsejero de Política Territorial, Javier Callizo, que se encuentra estos días en pleno tour por los hogares de descendientes de esta comunidad en Argentina y Chile. Una comunidad de aragoneses en el exterior que integran 4.000 personas entre los cinco hogares regionales de los dos países.

Para estrechar lazos, el nuevo acuerdo pretende atajar las situaciones de extrema necesidad, mediante un convenio suscrito entre la DGA, la Sociedad Española de Socorro Mutuo y la Casa de Aragón en Santiago de Chile que contemple un apoyo económico para contribuir a poner en marcha un centro de día, la compra de medicamentos y la cobertura de hospitalización para aquellos aragoneses que no cuenten con medios económicos propios.

Callizo ya ha dado instrucciones para que se pueda atender en breve a los casos más urgentes. No obstante, la mayoría del colectivo aragonés y descendientes que reside en Santiago --según el censo de socios de la Casa de Aragón superan las 400 personas en número-- disfruta de una calidad de vida media, y son contados los que sufren el desamparo social.

Intensificar contactos

El viaje que durante estos días ha encabezado Callizo tiene por objetivo intensificar los contactos con las casas de Aragón en el exterior dentro de la nueva legislación que se ha planteado en este marco, acompañada de un esfuerzo presupuestario de 700.000 euros para este ejercicio. "Era necesario conocer más de cerca las vivencias y necesidades de estos centros, con el fin de que la política de casas que estamos desarrollando responda a la realidad del colectivo", explicó el viceconsejero.

En este contexto, también se están estudiando alternativas para que los jóvenes chilenos y argentinos descendientes de aragoneses regresen a sus raíces, a través de programas como el de las nuevas becas que para ellos aprobó recientemente el Consejo de Gobierno de la DGA, abriéndoles así la posibilidad de continuar sus estudios en la Universidad de Zaragoza.