El Gobierno de Aragón y la Universidad de Zaragoza (UZ) han dado hoy el primer paso para llamar la atención de los grupos de investigación y los gobiernos español y europeo sobre el problema que suponen la contaminación por lindano y otros contaminantes orgánicos persistentes.

El consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, Joaquín Olona, y el rector de la UZ, José Antonio Mayoral, han rubricado hoy un convenio marco para la gestión, destrucción o modificación irreversible de residuos producidos con la fabricación de lindano y contaminantes orgánicos persistentes.

En rueda de prensa, Olona, quien ha calificado el convenio como un "gran paso" en la estrategia para luchar contra el problema medioambiental más grave que afronta Aragón, ha subrayado que "por desgracia" no existe en estos momentos una tecnología que permita alcanzar el objetivo de una destrucción irreversible y con garantías de estos residuos.

Así, cualquier actuación pasa por un proceso de I+D+i a largo plazo y que cuente con la implicación directa y activa del mundo científico, para lo que contará con la UZ "en primera línea".

Con este acuerdo, la institución universitaria pone a disposición del Gobierno autonómico sus estructuras y equipos de investigación.

El objetivo más importante, según han explicado los firmantes, es llamar la atención de los grupos de investigación, empezando por los más cercanos, para que el desde Madrid y Bruselas tomen nota y pongan como prioridad en sus convocatorias la descontaminación de estos productos, que afecta a numerosos países europeos.

El plan estratégico del que dispone el Gobierno de Aragón para luchar contra el lindano es "a muy largo plazo", ha insistido el consejero, mientras que en el corto se mantienen objetivos más concretos, como garantizar que, al menos, se pueda detectar de forma inmediata cualquier episodio de contaminación o la instalación de unos llamados "bypass" para evitar que aguas limpias se mezclen con las contaminadas y lleguen a la depuradora, esto último acordado en la pasada Comisión Bilateral Aragón-Estado.

Del mismo modo, ha abogado por el desmantelamiento de la planta de Inquinosa, en Sabiñánigo, por su valor simbólico.

"Es algo que tenemos que dejar de ver ahí", ha apostillado.

Además, el Consejo de Gobierno ha aprobado hoy un gasto plurianual de 604.000 euros para instalar un laboratorio en Sabiñánigo, que es una apuesta del Gobierno de Aragón para que se convierta en un centro de referencia internacional en la lucha contra los contaminantes orgánicos persistentes.

Por su parte, el rector ha destacado que la Consejería se toma "muy en serio" el problema del lindano y ha considerado que con el trabajo realizado se puede ir a Europa a decir "que estamos implicados" y, así, abordar de forma conjunta todas estas afecciones por la contaminación que afectan a todo el continente.

Ha avisado de que el proceso "será largo", ya que el problema es "muy complejo", pero ha comprometido el apoyo de la UZ para implicar a la comunidad científica, aportar sus equipamientos y ayudar a resolver los problemas que vayan surgiendo.

Hasta el momento, dos equipos ya han presentado proyectos en este sentido, que se suman a las empresas que ya están trabajando en ello, así como a grupos fuera de la universidad, como los del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA).

A la firma también ha asistido la consejera de Innovación, Investigación y Universidad, Pilar Alegría, quien ha defendido también la necesidad de hablar con la Comisión Europea para que esta financie este "reto científico y tecnológico" en el que ya desde hace un tiempo se viene trabajando de forma "sosegada y tranquila" desde la ciencia.

El convenio tiene una duración de cuatro años y podrá ser prorrogado por otros tantos, además de desarrollar convenios específicos que podrán contar con la participación de otras entidades.