Aragón y la Comunidad Valenciana escenificaron ayer en Teruel su voluntad de constituirse en un «lobi de presión» que logre que Europa y el Gobierno central financien la modernización del eje Cantábrico-Mediterráneo entre Zaragoza y Sagunto, ya que no han conseguido que entre en los planes estratégicos de la Unión Europea para el periodo 2021-2027.

Este encuentro en la capital turolense, en la que intervinieron también representantes de la patronal y los sindicatos de ambas comunidades, coincidió con la autorización del Consejo de Ministros al Ministerio de Fomento para que Adif licite el contrato para el suministro de transformadores de tracción para la electrificación de varias líneas ferroviarias, entre ellas la de Zaragoza-Sagunto, por 15.009.642 euros. Estos elementos técnicos son fundamentales para llevar a cabo su modernización.

Ayer, el presidente aragonés, Javier Lambán, y el valenciano, Ximo Puig, constituyeron en la capital turolense un grupo de presión que reclamará con fuerza en Madrid y en Bruselas fondos suficientes para un proyecto que calificaron de «fundamental» para las dos comunidades.

IMPLICAR A ÁBALOS / Se trata de electrificar la línea (de 345 kilómetros), dotarla de doble vía y, sobre todo, de adaptarla al ancho internacional pues, según Lambán, si no se da esta condición Bruselas será reacia a realizar inversiones en el corredor. Además, añadió, habrá que eliminar limitaciones de velocidad en muchos tramos y construir apartaderos. Para llevar a cabo este ambicioso programa, ambos líderes apostaron por recuperar el plan que elaboró en el 2009 el exministro socialista de Fomento José Blanco

El jefe del Ejecutivo aragonés subrayó que no hay tiempo que perder y que el próximo martes, día 10, viajará a Bruselas para hablar con el director general de Transportes de la UE. Al mismo tiempo, señaló, se reunirá la comisión de seguimiento del eje Cantábrico-Mediterráneo con el fin de reactivar «de manera inmediata» su plan director.

Tanto Lambán como Puig criticaron con dureza la «insuficiencia» de la partida destinada por el Gobierno central a la mejora del eje, que asciende a 300 millones de euros. «Esa cantidad es insuficiente para pasar de un ferrocarril del siglo XIX a otro del siglo XX, cuando lo que tenemos que hacer es pasar a otro del siglo XXI», manifestó el presidente de Aragón, que calificó de «éxito» la reunión celebrada con su homólogo valenciano en la sede de la Delegación del Gobierno de Aragón en Teruel.

Dentro de la estrategia que este lobi de presión que Valencia y Aragón estrenaron ayer figura «implicar al ministro de Fomento», José Luis Ábalos, que ambas comunidades consideran un valor seguro debido a su condición de valenciano. Otro apoyo con el que se cuenta es la eurodiputada socialista Inés Ayala, que se moverá por los pasillos de la capital europea en pro de la línea Sagunto-Teruel-Zaragoza.

La realidad es que hay poco tiempo para que el corredor ferroviario entre Zaragoza y Sagunto entre en la lista de proyectos financiados por Europa en el periodo 2021-2028. El próximo 13 de septiembre acaba el plazo de presentación de alegaciones. Con todo, la moral es alta. «Abrigo bastantes esperanzas de que alcanzaremos este objetivo, está a nuestro alcance si trabajamos bien y juntos», afirmó Lambán.

NO QUEDAR AISLADOS // «Nuestra voluntad es, una vez más, no quedarnos aislados», manifestó, por su parte, el presidente de la Comunidad Valenciana, que recalcó el importante movimiento de mercancías que registra el puerto de Valencia, así como de los intercambios comerciales existentes entre Aragón y Levante, que superan a los que mantienen con países como Francia o China, entre otros.

Para Ximo Puig, la no incorporación del eje Zaragoza-Sagunto en el listado de infraestructuras estratégicas financiadas por Bruselas constituye «una alteración y una anomalía». En su opinión, hay que poner toda la carne en el asador para «convencer» al Gobierno de España y a la Unión Europea de la necesidad de invertir en modernizar el corredor. Por ello insistió en que no se trata de un a línea de interés nacional, sino internacional, dado que comunica el Mediterráneo con el resto de Europa a través de Aragón.

«Nos estamos jugando mucho», aseguró el presidente de la Generalitat valenciana, que explicó que no se trata de desbancar al corredor planteado por Cataluña y que discurre por Tarragona. Pero sí que dijo que esa solución «crea un vacío enorme» en perjuicio de Aragón y Valencia. Para apoyar su tesis argumentó que el tráfico movido en el eje Zaragoza-Sagunto supera en tres veces «cualquiera de los otros trazados propuestos» y que el Valencia gestiona 40 veces más contenedores que algunos de los puertos que sí han salido favorecidos por la Unión Europea.