Los 47.650 kilómetros cuadrados de Aragón caben en un mapa desplegable, pero también puede trocearse en cientos de miles de baldosas de escala 1/20000 en las que cada centímetro equivale a 200 metros de terreno. La cartografía es como un zoom capaz de condensar el valle del Ebro en la plaza del Pilar, el Pirineo en la cima del Aneto y el Maestrazgo en el punto preciso en que nace el río Pitarque.

En 1956 el territorio aragonés dejó de tener secretos. Aquel año, aviones del Ejército norteamericano sobrevolaron las provincias de Zaragoza, Huesca y Teruel disparando fotos a discreción. Desde entonces, cada cierto tiempo, nuevos vuelos actualizan la faz de Aragón con instantáneas de cada uno de sus rincones.

Planos en la red

El ingente material gráfico que, ensamblado como un puzzle, da como resultado una imagen fiel de la comunidad se custodia, se actualiza y difunde en el Centro de Documentación e Información Territorial de Aragón (Cedita), un servicio del Gobierno de Aragón que se creó en el 2001 y que, recientemente, se mudó desde el edificio Pignatelli al paseo de Pamplona.

"La cartografía es una ciencia muy avanzada", afirma Isidro Aguilera, director del Cedita, que en estos momentos trabaja en la puesta a punto de un servidor de internet que, "a finales de este año", permitirá que cualquier persona "pueda navegar a voluntad por un mapa de Aragón en tres dimensiones".

El Centro de Documentación ha cartografiado hasta la fecha el 70% del territorio aragonés. "Cada año --explica Aguilera-- se invierten más de 600.000 euros en esta labor y se avanza a razón de un 5%, con lo que en un plazo de cuatro años puede estar cartografiada toda la región".

El Cedita trabaja en dos frentes. Por un lado, mantiene un archivo histórico que refleja la evolución de la geografía aragonesa desde mediados del siglo pasado, y por otro, actualiza continuamente la información cartográfica.

"El territorio --señala Aguilera-- es como un ser vivo, en especial en las zonas más dinámicas. Las ciudades crecen, se amplían los regadíos, se construyen nuevas vías de comunicación y todo eso hace que haya que refrescar continuamente los documentos gráficos de que disponemos".

Una modificación reciente y profunda del paisaje de la comunidad ha sido la construcción de la línea del AVE entre Madrid y Lérida. "La nueva infraestructura ha obligado a cartografiar de nuevo todas las áreas por las que discurre el tren de alta velocidad", señala el responsable del Cedita.

El Centro de Documentación trabaja en dos escalas: 1/5000 (1 centímetro equivale a 50 metros reales) y 1/1000. "El primer formato --explica Aguilera-- se emplea en las zonas rurales, y el segundo, mucho más detallado, se utiliza en las áreas urbanas".

"En cualquier caso, la escala no tiene ahora la importancia que tuvo en tiempos --explica--, dado que los medios informáticos permiten ampliar y reducir los mapas".

Las diferentes administraciones, desde el Gobierno regional a los ayuntamientos, pasando por las diputaciones, son los principales clientes del Cedita, que también trabaja para empresas privadas, como estudios de arquitecto.

Los particulares también tienen acceso a los fondos del Centro de Documentación , que cobra a razón de 90 euros por un mapa de escala 1/5000, aunque determinados servicios son gratuitos. De éstas, un gran número de consultas las realizan agricultores que necesitan estos documentos para obtener subvenciones.

Finalmente, la información cartográfica se entrega en papel o en disco, a gusto del cliente. En total, el pasado año, todas las consultas supusieron al centro unos ingresos de 60.500 euros.