El investigador aragonés de la Fundación Araid, César Magén, en colaboración con otros grupos de investigación de Holanda, España, Alemania, Francia y Argentina, ha descubierto un nuevo material magnético bidimensional fabricado artificialmente en los defectos que presenta un óxido en forma de película delgada. Estas investigaciones, que se acaban de publicar en la revista científica Nature, se han llevado a cabo en uno de los microscopios electrónicos de ultra alta resolución Titán, ubicados en el Laboratorio de Microscopías Avanzadas (LMA) del Instituto de Nanociencia de Aragón (INA) de la Universidad de Zaragoza.

Su trabajo en el Titán ha permitido observar por primera vez este nuevo material magnético sintético y determinar las propiedades físicas y químicas del mismo con resolución atómica. Este nuevo material se forma en los pequeños defectos --paredes de dominio-- que se forman entre zonas de la película con diferente orientación --dominios--. Estos defectos tienen su origen en las tensiones creadas por la adaptación de la película a un determinado sustrato, lo que se conoce como ingeniería de tensiones. Son estos defectos los que sirven como sirven como nanoreactores para la formación de esta nueva estructura artificial.

Este nuevo óxido sintético y bidimensional de espesor atómico está compuesto de una ordenación muy precisa de átomos de terbio y manganeso, gracias a la cual presenta a baja temperatura un fuerte magnetismo muy localizado. En función del espesor de la película que lo alberga, se puede sintetizar gran número de estos defectos que albergan estas estructuras atómicas, con una separación de mínima de hasta 5 nanómetros.

Estos ingredientes abren una novedosa vía para el desarrollo de dispositivos de memoria de muy alta densidad en los que, estructuras bidimensionales de este tipo o sintetizadas por esta misma ruta, puedan usarse como bits de información en Nanoelectrónica. También abre el camino para explorar la síntesis de materiales similares con otras funcionalidades. Los Titán son microscopios electrónicos de última generación que permiten observar la estructura microscópica de la materia por debajo de la escala de 1 angstrom (diez veces más pequeño que un nanómetro).