El científico aragonés Diego Gutiérrez ha diseñado un sistema capaz de detectar problemas visuales en niños menores de tres años gracias al uso de la imagen computacional y la inteligencia artificial, dos campos en los que él es experto. El software es una herramienta pionera, ya que hasta ahora no existía una que permitiera un examen fiable de estas deficiencias en bebés.

El prototipo creado por Gutiérrez y su equipo, del grupo de investigación Graphics and Imaging Lab del Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón (I3A), y su equipo ha logrado el soporte de una empresa tan puntera como Huawei para desarrollar, en los próximos 5 años, la herramienta viable en el mercado para realizar análisis oftalmológicos a estas edades. El aragonés participó ayer en un desayuno del Foro ADEA y allí explicó que esta idea «podría evitar hasta el 70%» de los casos de ceguera infantil. «Una oftalmóloga intenta llamar la atención del niño cuando está en consulta y, literalmente, con los recursos que tiene dice: «A ojo de buen cubero, este niño ve regularcico», comentó Gutiérrez. «Este es el nivel de prestación que se puede dar», dijo.

Gracias a su proyecto ya se ha evaluado la función visual de 5.000 bebés. Se estima que hasta 19 millones de niños en el mundo sufren alguna patología en la vista y, en algunos países, seis de cada diez sufrirán ceguera.

EL PROCESO

La ejecución de este sistema se hace a través de una pantalla de ordenador y móvil, donde se exponen diferentes gráficos animados mientras un rastreador ocular sigue la mirada del niño. «Si algo se mueve hay que seguirlo hasta el final y después sacar información útil de esa mirada», comentó.

Durante este proceso se ve la reacción del niño a los cambios de color o movimiento, que son los detectores de los problemas de visión. «Lo que estamos haciendo con la inteligencia artificial y la imagen computacional es analizar los datos, saber qué dicen. Es lo mismo que hacemos con los fotones que nos permiten reconstruir una habitación con ellos, por ejemplo», comentó.

Entre las posibles patologías que pueden detectar están la falta de agudeza visual, la detección de colores o el estrabismo. De este modo, este proyecto podría ser de gran ayuda para los oftalmólogos pediátricos, aunque en ningún caso sustituirá a una cita médica. Sin embargo, si que ayudará a un diagnóstico precoz. De hecho, una vez que se analicen los resultados obtenidos con el sistema podría ayudar a los especialistas a programar rehabilitaciones o adaptar modelos educativos según las necesidades de los niños.

Gutiérrez, que cuenta con el respaldo de la Universidad de Zaragoza, el Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud y el Instituto de Investigación Sanitaria, se reunió con varios oftalmólogos del hospital Miguel Servet para diseñar este prototipo.