El aragonés Alfonso Azorín ha diseñado un sistema para la eliminación de desechos contaminantes de origen porcino. "Mi método consiste en la separación del nitrógeno del resto de componentes de los purines", explica. De esta forma, dice, se facilita el uso de este abono de manera controlada. En su opinión, si se cumple la normativa en materia de uso de abonos, la naturaleza no corre peligro. "No se deben rebasar los 160 kilos de nitrógeno por hectárea y año apunta Azorín, que se refiere al alto valor del nitrógeno usado en la dosis adecuada, hasta el punto de incrementar la productividad de la tierra. Sin embargo, él se siente dejado por la Administración: "La DGA me apoyó, pero luego se olvidó".