El grupo aragonés Tatoma ha logrado mantener un crecimiento constante en los últimos años gracias a su apuesta por la diversificación, el mercado exterior y la innovación. Una estrategia que el año pasado le permitió batir su récord de facturación al alcanzar los 42 millones de euros. Esta expansión le obligará a ampliar sus instalaciones de Monzón entre este y el próximo año, tal y como trasladó ayer la empresa familiar a la consejera de Economía, Marta Gastón, que visitó la planta.

La compañía no concretó la inversión prevista en el proyecto ni los empleos que podría crear la ampliación. Durante el 2018, el grupo incrementó su plantilla en 31 personas, alcanzando los 228 trabajadores, aseguraron a este diario fuentes de la empresa.

El grupo, nacido en Monzón en 1971, cuenta con tres centros productivos en la localidad oscense, uno para cada división de la firma. El primero y más grande de todos se dedica a fabricar sistemas automáticos de almacenaje, contenedores metálicos o estanterías para el sector logístico. «Trabajamos para empresas del automóvil y grandes cadenas de distribución», explicaron las citadas fuentes. Otra de sus plantas está especializada en la producción de maquinaria agrícola, sobre todo para explotaciones de vacas de leche, mientras que el centro más pequeño trabaja en el sector de la mecanización y la calderería. «Llevamos el mantenimiento de muchas industrias de la zona», apuntaron desde el grupo.

VISITA A LOGICINCA

Sin duda, la apuesta por esta diversificación ha sido una de las claves del fuerte crecimiento de la compañía. También el enfoque hacia el mercado exterior, que representa el 50% de sus ventas, y la inversión destinada a innovación. «El 70% de los productos que fabricamos ahora no los hacíamos hace cinco años», destacaron las citadas fuentes.

Todo ello ha permitido al grupo cerrar el 2018 con una cifra de negocio de 42 millones de euros, frente a los 33 del 2014.

Además de las instalaciones de Tatoma, Gastón visitó ayer la firma Logicinca, ubicada en el mismo polígono La Armentera de Monzón y dedicada al almacenaje de mercancías y el servicio de limpiezas industriales. La firma acaba de construir una nueva nave de 8.000 metros cuadrados. La ampliación creará entre cuatro y seis trabajadores, según dijo la compañía, que quiere incrementar su volumen de mercancías gestionado gracias al impulso de la Terminal Intermodal de Monzón, aprovechando también el tirón del sector agroalimentario.