El sistema de gestión de aceites industriales usados (SIGAUS) ha recogido y reciclado un total de 5.399 toneladas de aceites industriales utilizados, en el año 2019 en Aragón. En este sentido, se registraron 5.900 recogidas y se atendieron a 2.382 establecimientos productores repartidos en 292 municipios --abarcando al 94,2 por ciento de la población aragonesa--.

La disminución de la actividad en el sector industrial y la paralización de la automoción, con motivo de la COVID-19, han provocado una caída de las ventas de lubricantes de cerca del 40 por ciento entre los pasados meses de marzo y mayo. En esta línea, el tejido empresarial dedicado a la gestión del residuo en Aragón ha sufrido un desplome de actividad. Ante esta situación desde SIGAUS han sextuplicado la financiación aportada a estas empresas.

Debido a la amplia diversidad de usos del aceite lubricante, desde todo el parque de vehículos a la maquinaria agrícola, y desde una gran industria a un pequeño transformador de un lugar remoto, el aceite usado se genera de forma muy fragmentada y dispersa geográficamente, por lo que, es fundamental cobertura a todos los puntos del territorio aragonés, incluyendo las zonas rurales y alejadas de los grandes focos de población y actividad económica, donde los costes logísticos de la gestión del residuo se multiplican.

El director general de SIGAUS, Eduardo de Lecea, ha explicado que la actividad de esta entidad ayuda a la reconstrucción verde "que toca emprender ahora". "Los sistemas de gestión de residuos tenemos mucho que aportar en este sentido, ya que llevamos muchos años trabajando para que determinados residuos, como el aceite usado, estén controlados y no impacten en el medio ambiente. Nuestro conocimiento nos permite hacer esta gestión eficaz y sostenible", ha subrayado.

"Estamos viendo que los programas de reconstrucción económica y social se alinean con los planes de lucha contra la crisis climática y la pérdida global de biodiversidad. Porque todos nos hemos dado cuenta de que no solo está en juego nuestro medio ambiente, sino también nuestra economía, nuestro bienestar e incluso la salud de la humanidad", ha añadido de Lecea.

ENTORNOS RURALES

En Aragón, durante 2019, el 94 por ciento de los municipios en los que SIGAUS recogió aceites usados son entornos rurales. En ellos, se atendió a 1.153 productores. Asimismo, se atendió a 198 productores en zonas de montaña y a 329 situados en localidades de menos de 1.000 habitantes. Además, se registró una intensa actividad en zonas de alta vulnerabilidad ambiental.

En concreto, en el entorno de espacios protegidos, se atendió en 2019 a un total de 26 productores del residuo en seis espacios, recogiéndose un total de 116 toneladas de aceites usados. En lo que respecta a la recogida en el entorno de recursos hídricos, otra de las zonas más sensibles en materia de contaminación --por generarse este residuo en estado líquido y presentar tan baja biodegradabilidad--, en 2019 se atendieron en estas zonas --ríos, embalses, lagos y otras zonas sensibles-- a un total de 144 productores de aceites usados, que generaron 201 toneladas de residuos.

100% APROVECHAMIENTO

Una vez recogido, el aceite usado se traslada a instalaciones especializadas para su análisis previo y tratamiento final con el objetivo de que pueda ser 100% aprovechado, bien como base lubricante para la fabricación de nuevos aceites --regeneración-- o bien como combustible de características similares al fuel óleo --valorización energética--.

En el caso de Aragón, el aceite usado finalmente gestionado, una vez retirados los impropios de agua o lodos que puede contener el residuo, fue de 4.921 toneladas, de las que un 32 por ciento se destinó a regeneración, y el 68 restante se valorizó energéticamente.

Gracias a la regeneración, en 2019 fue posible retornar al mercado en Aragón cerca de 1.000 toneladas de nuevos lubricantes. Además de la obtención de estas materias primas, para las que, de no contar con el aceite usado, se hubieran necesitado casi 470.000 barriles de petróleo, la regeneración es un proceso que aporta importantes beneficios en la lucha contra el cambio climático y que, en el caso de Aragón, supuso evitar la emisión a la atmósfera de un total de 1.065 toneladas de dióxido de carbono.

Por su parte, el aceite usado valorizado energéticamente con el objetivo de fabricar combustible de uso industrial permitió ahorrar una energía equivalente a 3,1 GWh, y cerca de 343.000 barriles de petróleo.