La Comunidad Valenciana, Cataluña, Castilla-La Mancha y Murcia tienen riesgo "muy alto" para la sostenibilidad de su deuda, donde son necesarios más de 100 días de trabajo para pagarla, mientras que los aragoneses tendrán que dedicar 79 días, ya que en esta Comunidad el riesgo es medio.

Según el Observatorio de Deuda de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), el riesgo de sostenibilidad para el conjunto de las autonomías "sigue siendo ligeramente alto", con una ratio de deuda que no se proyecta llegue al nivel de referencia legal del 13 % en los próximos 15 años.

La heterogeneidad existente entre las comunidades se mantiene estable y no se espera una convergencia en el medio plazo.

Los valencianos deberán trabajar 154 días para pagar su deuda regional, seguido de los castellanomanchegos (125), los catalanes (121) y los murcianos (111).

"Ligeramente alto" es la calificación del riesgo en Andalucía y Baleares, con un promedio de 78 y 98 días de trabajo, respectivamente para abonarla.

En Aragón y Extremadura tardarán 79 y 87 días, al tener un riesgo medio, frente a las que tienen una deuda de riesgo "ligeramente baja", Castilla y León, Galicia, Asturias y Cantabria, donde sus habitantes tendrán que trabajar 76, 64, 65 y 82 jornadas.

Navarra, el País Vasco, La Rioja, Madrid y Canarias tienen un nivel "bajo", por lo que sus ciudadanos tendrán que trabajar 56, 46, 67, 51 y 49 días para su pago.

Según el Observatorio, a finales del primer trimestre, dos terceras partes de la deuda financiada por los Fondos de Financiación de las comunidades se concentraba en Cataluña, la Comunidad Valenciana y Andalucía.

Cataluña acapara el 31 %, por delante de la Comunidad Valenciana (21 %) y Andalucía (14), muy alejadas de Castilla-La Mancha (6), Murcia (4) y Baleares, Galicia y Aragón (todas con el 3), Canarias, Castilla y León, Asturias, Madrid y La Rioja (con un 2 %) y Extremadura y Cantabria (con un 1 % en ambos casos).

Las corporaciones locales tienen un 3 % de los fondos de financiación, agrega el Observatorio, que agrega que desde 2015 poco más de la mitad de los superávit presupuestarios locales se han traducido en un aumento de los depósitos.

Añade que, aunque existen casos particulares con niveles de gran endeudamiento, estos no tienen relevancia a nivel del subsector y se espera que la deuda neta de depósitos siga haciéndose más negativa.