La comarca del Aranda mantiene viva la reivindicación de más apoyo institucional para hacer frente a su creciente despoblación. Un año después de la histórica manifestación por esta causa que se celebró en Brea de Aragón, con la participación de más de 2.000 personas, este rincón de la comunidad volvió este domingo por la mañana a movilizarse porque se siente en la estacada ante la crisis socioeconómica y demográfica que arrastra por el hundimiento de la industria de calzado, que lo es todo para la zona y sigue en caída libre. Eso sí, esta vez la protesta fue numerosa y con un formato distinto debido a los condicionantes de la pandemia, a través de una caravana formada por 220 vehículos que recorrió 60 kilómetros para reivindicar un futuro para este territorio.
La movilización, convocada por las plataformas vecinales SOS Comarca del Aranda y Zumaque, quiso poner de relieve de nuevo la «dramática situación» de la zona, que en el último año se ha agravado por la crisis del coronavirus y cierre de más empresas de calzado. En el 2020 cerraron tres fábricas. El pasado mes de septiembre bajó la persiana Isarus, de Illueca, mientras que en enero lo hizo Topytes, en este mismo municipio, y un mes después Singular Shoes, de Brea de Aragón, donde en el verano del 2019 se clausuró también Calzados Lety.
Los empleos perdidos en estas cuatro firmas ascienden a 120 y a 1.500 todo los destruidos en el sector en las dos última décadas. En paralelo, la población de la comarca ha pasado de superar los 8.000 habitantes al inicio del siglo a poco más de 6.300.
Los "últimos" de las zonas rurales
La manifestación de coches partió de un polígono industrial Illueca en torno a las 11 de la mañana, pasó por Brea y llegó hasta la autovía de Madrid, fuera ya de la comarca, donde recorrió el tramo que va de El Frasno a Morata de Jalón para hacerse más visible. Escoltada en todo momento por patrullas de la Guardia Civil, la marcha sobre ruedas concluyó pasada la una de la tarde en la más alto de la localidad de partida, donde se leyó un comunicado a los pies del castillo de Papá Luna en presencia de varios cientos de personas que mantuvieron la distancia de seguridad.
«Todas las inversiones del Gobierno de Aragón en la zona, en colegios, sanidad, carreteras o turismo, no van a servir de nada si la gente no se queda a vivir por falta de empleo», señaló el manifiesto leído al término de la caravana. «Estamos olvidados y dejados por nuestros representantes políticos, que nos tienen en el último lugar, siempre los últimos de las zonas rurales», criticaron los colectivos vecinales. «Lo único que queremos y pedimos es que nos traigan empresas. Hay gente que quiere vivir en nuestros pueblos, pero eso ya no es posible porque no hay trabajo», reivindicaron.
Hartazgo vecinal
«Se nos muere la comarca», lamentó Ana María, que vive en Illueca. «Hace 40 años que vine aquí con mi familia. Entonces había 60 fábricas de calzado y 50 talleres auxiliares. De todo aquello no queda casi nada. Ya es el fin», afirmó apenada. «Estamos muertos», reiteró David Martínez, de 38 años, vecino también de la capital del Aranda. «En lugar de llevarse todo el trabajo a Zaragoza, que traigan algo a zonas más cercanas, como Calatayud. Aquí no paran de cerrar fábricas y todas las ayudas parece que son para la GM», criticó.
«Esta comarca está muerta. Necesitamos urgentemente que vengan empresas, pero ya. Que nos ayuden», aseguró Vicente Andrés Granada, de 44 años, que trabaja en una de las pocas empresas de calzado que siguen funcionando en la zona. «Esta fue la primera comarca de Aragón que se constituyó y no queremos ser la primera en desaparecer. Que se acuerden de nosotros, que existimos. Aquí solo vienen inspecciones», señaló visiblemente cabreado.
Nutrida presencia del PP
A nivel político, el PP fue el gran protagonista de la protesta al contar con una nutrida representación. Además de los alcaldes populares de Illueca y Brea de Aragón, Ignacio Guerrero y Raúl García, también estuvo el de Calatayud, José Manuel Aranda, y el líder del partido en la provincia Zaragoza, Ramón Celma.
