Los habitantes del Aranda están hartos de jugarse la vida por la A-1503, la carretera que los une con la autovía de Madrid (A-2) y que recorre su comarca de un extremo a otro. No solo resulta peligroso el trazado, que es estrecho en algunos tramos y tiene curvas con poca visibilidad, sino que además presenta una señalización muy deficiente.

Las líneas blancas que marcan el eje de la calzada, en particular, están medio borradas o son poco visibles, lo que dificulta la conducción los días en que hay niebla o está lloviendo, así como por la noche. Además, cuenta con 50 salvacunetas, que resultan una trampa mortal en caso de salirse de la calzada. Y el firme, según aseguran muchos vecinos, no se ha mejorado en los últimos 30 años.

Los alcaldes del Aranda ya han reclamado en varias ocasiones el arreglo de esta vía fundamental para el territorio, por razones de seguridad y también porque consideran que, sin buenas comunicaciones, no se pueden atraer nuevas empresas.

La DGA trabaja en la mejora de la A-1503 por tramos. Así, las obras desde el cruce de Oseja hasta Aranda del Moncayo podrían empezar el primer trimestre de este año, dado que Bizén Fuster, nuevo responsable de Carreteras de la DGA, se ha comprometido a seguir con la reforma que inició su antecesor en el cargo, José Luis Soro. El coste total de esta inversión es de 1,7 millones de euros.

De esa suma ya se han invertido 700.00 euros en acondicionar el tramo que va de la variante de Illueca a Aranda del Moncayo, en el límite con la provincia de Soria.

Sin embargo, el tráfico se concentra en la primera parte de la vía, entre El Frasno, donde se conecta con la autovía A-2, e Illueca. En este recorrido hay un tramo donde una señal advierte de su elevada peligrosidad, a la altura del término de Sabiñán.

Otro riesgo existente es la presencia de animales salvajes que en ocasiones cruzan de forma repentina la carretera.

La A-1503 registra un elevado tráfico, tanto de turismos como de camiones, ligado más que nada a la actividad de la industria de la zona, volcada en la producción de calzado. Los fines de semana, sobre todo, hay una gran circulación debido a que numerosas personas viajan al Aranda a comprar zapatos.