Zaragoza despertó de su primera noche de Fiestas del Pilar con la detención de un joven de 31 años por agredir sexualmente a una chica en el parque Delicias. Una denuncia (hubo cinco en total) que hizo parar los festejos, llegando a movilizar a un centenar de zaragozanos en la calle para mostrar su repulsa, y que acaba de ser archivada. La jueza instructora del caso destaca «la inexistencia de indicios» de que se cometieron estos hechos.

En su auto, la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de la capital aragonesa destaca la investigación llevada a cabo por el Grupo de Delitos Tecnológicos de la Jefatura Superior de Policía de Aragón para adoptar dicha decisión. Recuerda que la joven denunció «que un hombre al que no conocía de nada ni había visto nunca pasó junto a ella cuando estaba sentada esperando a su pareja, la insultó, la agarró del pelo para tirarla al suelo y ahí, mientras le presionaba la cabeza contra el suelo, le metió mano dentro del pantalón tocándole la zona genital». En ese momento, ella gritó el nombre de su novio, que se encontraba en un urinario portátil, quien salió rápidamente al escucharle gritar. Entonces, según la denuncia, cogió una estaca de madera que había en el césped y golpeó al agresor, quien sacó una navaja mientras decía: «Os voy a matar».

Unos hechos que rechazó el detenido, defendido por la abogada Olga Oseira, quien aseguró ante la jueza que ellos se conocían y que habían tenido rencillas por grafitos. Fue más allá y explicó que habían quedado por Instagram y aportó su móvil para que fuera analizado.

Sin embargo, los agentes se encontraron la primera piedra: los mensajes entre el ahora exonerado, la denunciante y su novio habían sido borrados. Los agentes llegan a la conclusión que fue la denunciante la que «eliminó las conversaciones mantenidas por Instagram con el joven en las que le insultaban, amenazaban y quedaban en el lugar y la hora en los que se produjeron los hechos».

A este análisis realizado por Delitos Tecnológico, la jueza añade la toma de declaración de varios testigos, quienes reconocen que los tres se conocían y que el joven que resultó detenido sufría amenazas. «Me dijo que iba a quedar con ellos y le dije que no se fiara, que no sabe con quién va a ir, que tuviera cuidado».

Destaca la magistrada que el arresto por parte de la Policía Local se produjo después de que el joven que acabó siendo detenido les pidiera ayuda. Una situación que le parece «ilógica» a la jueza si fuera un agresor sexual.

FALSO TESTIMONIO

La jueza del caso afirma en su auto que, una vez sea firme este archivo, se proceda a deducir testimonio por los delitos de denuncia falsa contra la joven A. V. F. y J. M. A. Asimismo, acuerda también la incoación de un juicio por delito leve de lesiones contra ambos por agredir al joven al que denunciaron. La abogada de la defensa del joven, Olga Oseira, también solicitó la imputación por denuncia falsa.