Un incendio de causa desconocida destruyó ayer el interior de una antigua harinera del Camino de los Molinos, entre los barrios zaragozanos del Picarral y San Gregorio. El fuego, que fue combatido por los Bomberos de Zaragoza, no causó heridos, pero fue muy aparatoso y el humo generado pudo verse desde varios kilómetros a la redonda.

El incendio, según las informaciones que recibió el alcalde pedáneo, José Antonio Hernández, se inició en la parte trasera del edificio, en un corral anexo a la antigua fábrica de harinas que lleva años abandonada y, hasta donde sabía, vacía. Fuentes policiales indicaron que el lugar era usado por menores de la zona para jugar y por indigentes para pernoctar, pero nadie resultó herido ayer en el fuego ni hay constancia de cómo se pudieron iniciar las llamas.

Sí se sabe el momento, las 18.50 horas, en el que los bomberos comenzaron a recibir las llamadas alertando del siniestro. Fueron muchas, porque las llamas se cebaron en la madera con gran virulencia y se desató una gruesa columna de humo.

Ante la entidad del incendio, desplazaron una gran cantidad de dotaciones, la gran mayoría de las de la ciudad, según fuentes del cuerpo de extinción, incluidas una bomba urbana ligera, otra pesada -que tuvo que hacer dos salidas al mismo lugar-, dos nodrizas pesadas, dos ambulancias, dos autoescalas de 30 metros y el autobrazo articulado de 42 metros.

Tras varias horas de trabajo, los efectivos pudieron ir retirándose y dar el fuego por controlado.

Según explicaron fuentes municipales, la estructura de hormigón aguantó bien el efecto de las llamas, pero estas se habían cebado en las vigas interiores de madera, que seguían ardiendo. El efecto de la destrucción de estas habrá que comprobarlo cuando el incendio esté totalmente sofocado y los técnicos municipales evalúen si el edificio corre riesgo de derrumbe y hay que derribarlo, si es que no ha colapsado por sí solo. Algunos testigos apuntaban ayer a que el techo se cayó por efecto de las llamas y contribuyó a dejar salir el humo sin trabas, pero otros no estaban tan seguros de que no estuviera ya derruido.

Paralelamente al análisis de los técnicos de Urbanismo sobre la estabilidad del edificio, la Policía Científica deberá intentar determinar el origen de las llamas, sobre el que ayer declinaron especular.

PRECEDENTE / A pocos metros de la antigua harinera que ardió ayer existe otra, la Harinera del Rabal, que también sufrió un incendio hace algo menos de cinco años, en octubre del 2014. De hecho, las primeras informaciones que corrían ayer sobre el siniestro eran confusas respecto a la ubicación, y se temía por un club de moteros ubicado junto a la antigua instalación, pero no se trataba de la de ayer.

En el incendio del 2014, el escenario fue prácticamente calcado, con un edificio abandonado que solía ser habitado por transeúntes, y las llamas también causaron alarma por ser muy escandalosas pero, a diferencia del de ayer, los bomberos pudieron sofocar las llamas antes de que se extendieran por el inmueble, que de hecho sigue ocupando la intersección del Camino de los Molinos y el de Corbera Alta.