La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) mantuvo ayer la prealerta hidrológica en el Jalón, por la crecida que había sufrido este río el domingo y que ayer se vio acrecentada por la obligada apertura de las compuertas de la presa de La Tranquera, que estaba al borde de su capacidad máxima.

Fuentes de la CHE explicaron que fue necesario soltar agua de forma controlada de La Tranquera, ya que a mediodía, por ejemplo, se encontraba a 93% de su capacidad. Esto contribuyó a que el Jalón no bajara su caudal, que durante la jornada de ayer mantenía una altura de dos metros a su paso por Calatayud. En la ciudad bilbilitana la jornada estuvo marcada por la inquietud.

La CHE indicó que los principales afluentes --Manubles y Jiloca-- mantenían la normalidad y que la suelta de agua en La Tranquera respondía a una laminación controlada de las crecidas que se han ido produciendo en diversos ríos. Este embalse de cabecera del Jalón, el único de regulación existente actualmente en toda esta cuenca, se llena con los ríos Mesa, Piedra y Ortiz.

RIO MESA Precisamente, el desbordamiento de uno de estos ríos, el Mesa, a causa principalmente de las últimas lluvias, provocó ayer por la mañana el corte del tráfico rodado de la carretera Z-453, que une los municipios zaragozanos de Jaraba y Calmarza.

Según informaron fuentes del Centro de Gestión de Tráfico, se habilitó un desvío provisional por la carretera A-2501, a la altura de Calmarza, para facilitar la circulación de aquellos vehículos que tenían que atravesar la zona afectada por el desbordamiento.