La localidad guipuzcoana de Aretxabaleta despedirá hoy al joven montañero fallecido en el pico Balaitus -del valle de Tena-, Mikel Crespo Zuazua, de 20 años, cuyo cadáver fue encontrado el pasado lunes por los equipos de la Guardia Civil después de estar cuatro días desaparecido. El municipio vasco está consternado por este accidente que también ha afectado a los aficionados a la escalada en Aragón y, más concretamente, a los que practican este deporte en Jaca, ciudad donde se encontraba veraneando la última víctima mortal que se ha cobrado el Pirineo. Desde allí partieron ayer al mediodía los restos mortales rumbo al tanatorio de Arrasate para que hoy a las 19.00 horas se oficie el funeral en la parroquia aretxabaletarra.

Ayer se sucedían numerosos homenajes a este joven montañero, que era recordado en la plaza de su localidad natal con la camiseta del equipo de fútbol al que pertenecía, el del municipio, colocada por sus compañeros que, además, iban a ser los encargados del pregón de las fiestas patronales cuando la trágica noticia se dio a conocer a sus vecinos. También muchas muestras de cariño y arropo para la familia, como las de la Federación Guipuzcoana de Triatlón, a la que pertenecía como miembro del equipo Antxintxika, que sopesa ponerle su nombre a la prueba que habitualmente organiza en noviembre. Y también desde Jaca, donde el Club Pirineista Mayencos manifestaba, en declaraciones a este diario, sus condolencias a sus allegados y su «pesar» por lo que entienden que «son fatalidades, no imprudencias».

Sus familiares y amigos también abandonaron Jaca, pasadas las 14.30 horas, después de que partiera el coche que transportaba el cuerpo sin vida de Mikel Crespo, tras practicarle la autopsia en el instituto anatómico forense de la ciudad oscense.

TESTIMONIOS

También se conocían algunos testimonios de algunas de las últimas personas en ver con vida al joven vasco. Así, el guarda del refugio de Respomuso, donde había dejado su vehículo Mikel para iniciar el ascenso al pico Balaitus, aseguró que una familia le había explicado cómo el montañero les adelantó en la subida porque su ritmo era más rápido pero que al llegar a la cumbre y luego en el descenso ya no volvieron a verle. Nada hacía presagiar el fatal desenlace.

Sin embargo, desde Mayencos, su presidente, Luis Lardiés, consideró que lo ocurrido en un pico que su club conoce perfectamente debería hacer reflexionar a los responsables por velar por la seguridad. «La zona de Balaitus está muy mal señalizada y en general en la alta montaña», explicó, quien subrayó que «incluso se debería advertir la peligrosidad de los tramos». «En este ascenso es muy fácil perderse y cualquier resbalón o desprendimiento, muy frecuentes allí, le pudo hacer caer», añadió.

En este sentido, Lardiés recalcó que «a una cumbre de estas características es una temeridad ir solo. Es algo que se debería evitar siempre y nosotros, desde los clubes, somos los encargados de divulgarlo también a los federados». «La montaña se está masificando en los últimos años y existe cierta moda en arriesgar un poco donde antes solo lo hacían quienes llevaban muchos años de práctica. A la montaña hay que tenerle respeto siempre, pero no dejar de practicarla ni dramatizar», concluyó.