El ministro español de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, se declaró hoy "abierto al diálogo" con las autoridades catalanas sobre la nueva planificación del Plan Hidrológico de la cuenca del Ebro.

El ministro dijo, a su llegada al Consejo de Medio Ambiente de la UE, que el Plan hidrológico adoptado el pasado viernes "se ha hecho atendiendo a todos los territorios" y que ha recibido "la aprobación de ocho de las nueves Comunidades Autónomas" implicadas.

También indicó que el Ejecutivo central es "sensible a las peticiones catalanas" y que se agotarán "todas las vías de dialogo con la Generalitat catalana y con la Plataforma del Delta del Ebro para ver cómo podemos compatibilizar todos los intereses".

En ese contexto, recordó que el Gobierno ya explicó a Cataluña "que esta planificación hidrológica se empezaba a revisar inmediatamente (...) para hacer la nueva planificación".

En el horizonte de ese nuevo plan, "haremos todos los esfuerzos para tener diálogo con la Plataforma del Delta del Ebro y la Generalitat catalana", insistió.

En particular, se verá "cómo podemos compatibilizar los deseos de los catalanes y las aspiraciones del resto de las CCAA que tienen que garantizar sus abastecimientos de uso de agua a las poblaciones para la industria y para el regadío", explicó.

Arias Cañete dijo que Cataluña "no se opuso a un caudal de 3.000 hectómetros cúbicos en el primer plan", que ahora se ha incrementado un 10 %.

Sobre las discrepancias de esa comunidad autónoma en relación con el caudal ecológico, el ministro aseguró que se ha calculado "de acuerdo con los mismos modelos y los mismos parámetros técnicos que todos los caudales de los ríos de España", y que no se ha hecho ninguna excepción.

"Cuando se pide duplicar un caudal ecológico lo que se está pidiendo es que se cercenen las posibilidades de desarrollo de todas las Comunidades aguas arriba y, por tanto, el Gobierno tiene que ser muy equilibrado a la hora de fijar caudales ecológicos", señaló.

Asimismo, el ministro dijo que el Ejecutivo tiene previsto monitorizar el Delta del Ebro "para ver si se producen esos perjuicios que se anuncian".

El pasado viernes el Consejo de Ministros aprobó el Plan, que contempla unas inversiones de más de 2.500 millones de euros entre todas las administraciones y que garantiza unos caudales ecológicos por encima de los 3.000 hectómetros cúbicos anuales "para satisfacer las necesidades del Delta".