Apenas seis portales componen la estampa de la calle General Moscardó, una vía olvidada y casi dejada a la que hay que querer ir para estar en ella. "Vivo aquí desde hace veinte años y nunca había pensado por qué la calle se llamaba así", dice Susana, una mujer mayor que es prácticamente la única residente que se ve en la vía en un intervalo de casi media hora. Cargada con las bolsas de la compra señala uno de los tendederos explicando que a ella le "da igual" el nombre de la calle mientras pueda seguir viviendo allí. Ni palabra del General Moscardó, uno de los cargos militares más propagandísticos del régimen franquista por su resistencia a los ataques republicanos encerrado en el Alcázar de Toledo. "Sé quien es ese señor porque me suena de haberlo visto por la tele con mi marido pero no sé decirle mucho de él", asegura la señora Hernández.

Dentro de unos meses ni siquiera habrá que preguntar si se le conoce porque ya no cabrán más homenajes a un militar de esa catadura moral. Su nombre y su recuerdo será borrado, como el viento que sopla estos días tirando a la calzada la ropa de los tendederos de las viejas casas de esta calle del Picarral, para ser sustituido por el de un arqueólogo de renombre, el turolense Juan Cabré. "¿Quién dice? Ni idea". Uno de los arqueólogos españoles con más categoría del siglo XX, que da nombre a un museo en Calaceite, su localidad natal, pasa totalmente desapercibido para los habitantes y viandantes de su calle.

Mientras a Juan Cabré, la llegada del franquismo le supuso que fuera cesado como responsable del museo Cerralbo, el General Moscardó acabó siendo ministro de Deportes y presidente del Comité Olímpico Español. El olvido y la postración para uno y el éxito y la gloria en pro de la propaganda franquista para otro. Finalmente, en julio de 1942, el turolense Juan Cabré obtuvo, por oposición, la plaza de preparador de la Sección de Prehistoria y Edad Antigua del Museo Arqueológico Nacional, cargo que no abandonó hasta que falleció.

Cabré inició sus investigaciones sobre la cultura Ibérica en el sur de la Península a partir de 1917, pero pronto se orientó a los pueblos de cultura celta del centro de España con distintas excavaciones. Su formación se incrementó gracias a una de las becas que la Junta para Ampliación de Estudios le concedió para visitar Francia, Alemania, Austria, Italia y Suiza, donde conoció nuevos métodos de investigar. Su máxima era que la ciencia se tenía que basar en hechos probados y alejados de las especulaciones de cualquier tipo.

Ahora, sesenta y dos años después de su muerte, la capital aragonesa le rinde homenaje en una calle que parece más el reflejo del olvido que el de un personaje ilustre. Los tendederos y las paredes que parecen no sostenerse son la seña de esta vía. Menos es nada, pensarán los admiradores de Juan Cabré.

Calle Juan Cabré

Juan Cabré Aguiló (Calaceite, 1882 - Madrid, 1947). Es uno de los arqueólogos españoles más importantes del siglo XX por sus aportes a la investigación. En 1942, obtuvo, por oposición, la plaza de preparador de la Sección de Prehistoria y Edad Antigua del Museo Arqueológico Nacional, un cargo que desempeñó hasta el momento de su muerte.

Sustituye a: calle General Moscardó

José Moscardó Ituarte (Madrid, 26 de octubre de 1878 - 12 de abril de 1956) fue un militar que se unió a la sublevación militar de 1936 contra el gobierno de la Segunda República encabezándola en Toledo. Su nombre alcanzó notoriedad por su defensa del Alcázar de Toledo contra las fuerzas leales al gobierno.