Un grupo de arqueólogos estudian un asentamiento neandertal descubierto en el municipio pirenaico de Arén (Huesca) que pone de relieve las formas de vida y habilidades de esta especie humana ya extinta.

Los investigadores, que descubrieron y sondearon el yacimiento en 2013, han datado los restos hallados en un abanico temporal que oscila entre los 11.500 y los 14.000 años, en un periodo de transición entre un proceso de glaciación y un momento cálido.

Según informa la Universidad de Zaragoza, la cuarta campaña de excavaciones llevadas a cabo en el yacimiento tras su descubrimiento están dirigidas por dos arqueólogos del grupo Primeros Pobladores del Valle del Ebro (IUCA), Lourdes Montes y Rafael Domingo.

Los investigadores consideran que el yacimiento, ubicado en una zona conocida como Roca San Miguel, es un enclave "excepcional" para el estudio de neandertales en el Pirineo, al ser uno de los escasos sitios al aire libre en los que se ha conservado la secuencia estratigráfica de su presencia a través del tiempo.

En este yacimiento musteriense abunda una industria lítica (raederas, denticulados o puntas) talladas sobre sílex y sobre rocas obtenidas en la glera del río Noguera-Ribagorzana, que probablemente discurría a una cota mayor, junto al asentamiento.

Entre la fauna identificada destacan huesos de caballo, cabra, ciervo y gran bóvido, que, en una zona determinada del asentamiento, fueron sistemáticamente machacados para extraer la nutritiva médula ósea y aprovecharlos posteriormente como combustible en hogueras.

La nueva campaña de excavaciones, financiada por la Diputación de Huesca a través de un convenio con la Universidad de Zaragoza, se prolongará desde hoy hasta el próximo 22 de julio y cuenta con la participación de jóvenes investigadores del IUCA, así como de las universidades del País Vasco y Novosibirsk (Rusia).