La piscina municipal de La Granja, en San José, ha sido elegida este sábado para lanzar la temporada de piscinas del Ayuntamiento de Zaragoza, que tiene como principal novedad la aplicación de numerosas medidas de seguridad para evitar la propagación del coronavirus.

«El tiempo acompaña y esperamos una entrada buena, pero somos muy precavidos dada la situación excepcional que estamos viviendo», ha manifestado la concejala de Deportes, que ha inaugurado el primer día de piscinas, que llega entrado julio cuando lo habitual es que se celebre a principios de junio, un mes antes.

La responsable ha explicado que se hará un control exhaustivo de aforos, reducidos a entre el 50% y el 60%, del funcionamiento y de la seguridad en cada una de las 21 instalaciones de este tipo del consistorio zaragozano.

«Esperemos que la gente pueda disfrutar de las piscinas lo mejor posible dentro de la situación excepcional que vivimos», ha dicho la concejala, que ha insistido en las novedades de este año, empezando por la creación de dos turnos, uno de mañana y otro de tarde, lo que permitirá emplear una hora, de tres a cuatro de la tarde, «para desinfectar y limpiar».

El nivel de cloro será objeto de exámenes más exhaustivos de lo habitual y se potenciará el pago con tarjeta. El aforo no alcanza el 75% recomendado por la DGA, pero Cristina García ha señalado que su ampliación dependerá de la evolución de la temporada.

Una de las decisiones adoptadas ha sido el cierre de los vestuarios, que pueden ser un «foco importante de contagio». Asimismo, los baños estarán bajo control permanente, con turnos establecidos mediante tiques.

De hecho, con el fin de llevar control de la capacidad, se han instalado máquinas turnomátic.

De momento se han vendido 1.900 abonos, por debajo de la cifra normal en esta época del año, que asciende por lo general a unos 5.000. Ese número puede ir aumentando, no obstante, manifestó la concejala, a medida que pasen los días.

Helena Castillo, responsable de La Granja, que es el complejo municipal de baño y deporte más utilizado de Zaragoza, ha indicado que el cierre a mediodía se empleará para llevar a cabo una limpieza y desinfección a fondo de todos los elementos de la piscina, empezando por los controles de cloro y siguiendo por los aseos. «Se repasarán los baños y se limpiarán las duchas, las escalerillas, las barandillas y todos los elementos susceptibles de acumular virus», ha explicado.

Muchas llamadas

Por otro lado, se tendrá muy presente la distancia social obligatoria y todo el personal, desde los socorristas a los camareros, han sido instruidos para mantener la máxima vigilancia.

Helena Castillo señaló que, pese a que los bonos son inferiores en número a los del año pasado, «se reciben muchas llamadas telefónicas de teléfono de personas y familias que quieren tener información de las condiciones de apertura».

Además, precisó que las medidas de seguridad se aplican tanto en la zona de baño como en las múltiples pistas deportivas, cubiertas y descubiertas, que posee el complejo de La Granja.

Socorristas doblemente ocupados

Los socorristas de la piscina de La Granja tendrán que estar más pendientes que nunca de los bañistas. No solo para intervenir en caso de riesgo de accidente, sino también para evitar que se sobrepase la capacidad del vaso (entre el 50% y el 60%) y para que quienes sufren lesiones sean atendidos dentro de las normas de seguridad que marca el control del coronavirus.

«Los nadadores que se hagan daño, pequeñas heridas, se podrán curar ellos mismos», explica Marina, que es socorrista desde hace tres años. Por lo general, explica, en función de las circunstancias, se permitirá quitarse la mascarilla una vez dentro del agua.

Pero fuera su uso es obligatorio, así como guardar la distancia de seguridad. Aunque todavía es pronto para hacer balance, Marina notó ayer que hay menos gente este año en La Granja. «Hay mucho respeto hacia el coronavirus y es normal que haya personas que tengan miedo», manifestó. Por otro lado, Kelvis, encargado del bar, señaló que el local dispone de productos de limpieza y desinfección para mantenerlo en las debidas condiciones.