Un técnico de una compañía eléctrica sufrió hace dos meses una brutal agresión tras cortar la luz por impago en una vivienda de la avenida San Juan de la Peña, en Zaragoza capital. El hombre, según denunció, ya estaba oyendo insultos por la escalera mientras llevaba a cabo su tarea, pero fue al entrar en el coche para irse cuando alguien abrió la puerta y le propinó un puñetazo, con tal fuerza que le rompió el pómulo.

El técnico lógicamente puso los hechos en conocimiento de la Policía Nacional, que tras la investigación le sometió a un reconocimiento fotográfico en el que señaló a I. H. H., un zaragozano con antecedentes penales. Tras localizarlo, los agentes le detuvieron esta semana y anteayer pasó a disposición judicial.

El hombre guarda relación con la vivienda en la que el técnico había cortado la luz pero, según explicó al juez cuando declaró, asistido por la penalista Olga Oseira, no vive allí. Es la casa de su exmujer, con la que aseguró que no convive desde hace tiempo. Negó que aquel día estuviera en la zona, y por supuesto que hubiera dado ningún puñetazo a la víctima.

Ante esto, el juez puso al detenido en libertad, investigado por un posible delito de lesiones.

La ley de pobreza energética que aprobaron en noviembre las Cortes de Aragón (en vigor, pero sin partida presupuestaria por la prórroga de las cuentas públicas) impide estos cortes en caso de extrema vulnerabilidad de las familias, que pueden acceder a ayudas para afrontar la factura.