La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, fue recibida este jueves por las principales instituciones aragonesas en el marco de una visita a Zaragoza que coincidió con el día en el que la capital aragonesa aprobaba sus presupuestos con el apoyo de Vox, y que llegó pocas semanas después de la debacle electoral del partido en Cataluña.

Arrimadas puso como ejemplo la política que se desarrolla desde Aragón como un espejo en el que debería mirarse la nacional. Sin embargo, desde la sede del Gobierno de Aragón, la líder del partido naranja culpó al presidente Pedro Sánchez de «preferir a Esquerra y a Bildu en lugar de a Ciudadanos». Sobre el futuro de la formación, después de los malos resultados en las catalanas y la bajada de votos que pronostican las encuestas, Arrimadas asegura que el suyo «es un proyecto de centro sólido, que funciona tanto donde gobierna como donde ejerce una oposición útil».

Era la primera visita institucional de la presidenta de Ciudadanos a Aragón desde que estalló la pandemia del coronavirus y en su recorrido se citó con el presidente de Aragón, Javier Lambán; el presidente de las Cortes de Aragón, Javier Sada; y el alcalde y la vicealcaldesa de Zaragoza, Jorge Azcón y Sara Fernández. Una recepción al más alto nivel institucional que no suele ser habitual cuando otros líderes de partidos visitan el territorio, pero que llega en un momento de horas bajas para el partido, que trabaja desde hace un año por recuperar el apoyo de los electores, tras varios malos resultados en las urnas.

Inés Arrimadas defendió el «proyecto sólido de centro» que representa Ciudadanos y del que se siente «muy orgullosa» por su aplicación en Aragón. Tanto, que lo pone como ejemplo. «La fórmula naranja de Aragón deberíamos tenerla en España: ejercer la política útil, llegar a acuerdos y buscar soluciones», afirmó. Pero, aunque aseguró que han intentado lo mismo a nivel nacional, «Sánchez prefirió a Esquerra y a Bildu; no ha cogido la mano tendida de Ciudadanos porque no ha querido». No recordó ayer Arrimadas que su predecesor al frente del partido, Albert Rivera, abanderó el «no» a Sánchez cuando se planteó la posibilidad de formar un Gobierno de España de coalición PSOE-Ciudadanos.

Ahora, con el nuevo rumbo que Arrimadas trata de imprimir al proyecto, aspiran a mantener esa «alternativa de política útil, que es capaz de pactar a derechas y a izquierdas» y «tender una mano exigente» para conseguir mejorar la vida de los ciudadanos. En el caso de Aragón, dice, se ha logrado el objetivo trabajando desde la oposición. «No se suben los impuestos, se blinda la educación concertada y la ley de simplificación administrativa acabará con el Aragón del vuelva usted mañana», destacó, como «sellos naranjas» impresos en la política aragonesa.

Por eso, reivindicó el proyecto del partido y declinó, a preguntas de los periodistas, valorar rumores como la unión con el PP, ni analizar los últimos resultados electorales. «Ciudadanos y el Partido Popular somos dos partidos bien distintos, como se ve en Aragón con el ejercicio de una oposición totalmente diferente. Ciudadanos no va a solucionar los problemas existenciales del PP», aseguró la líder naranja.

Desde la Sala de Columnas del Pignatelli, puso sobre la mesa las reivindicaciones de su partido para el Gobierno de Sánchez. «No vale con los ertes y los icos, porque el tejido productivo no aguanta un año y medio sin ayudas directas», subrayó. «Que deje de hacer anuncios de 11.000 millones sacados de la chistera y vean que el coste de que España no haga nada es mucho más alto que poner estas ayudas», insistió.

Y en relación con la gestión de la pandemia de cara a la Semana Santa, Arrimadas reclamó un plan de salud único. «Ya tuvimos 17 Navidades; no podemos tener 17 Semana Santas. Pedimos que haya un plan nacional para que no haya una guerra entre comunidades», incidió.