El activista aragonés Pedro Arrojo, actuando como relator de la ONU para el agua potable y el saneamiento, pedirá este lunes en el Consejo de Derechos Humanos de Ginebra, que se establezca un sistema tarifario que contemple la gratuidad del agua para las familias pobres de todo el planeta.

En la declaración que leerá ante la asamblea internacional abogará por «un sistema de tarifas por bloques de consumo a precios crecientes en el que se «debería establecer un coste muy bajo para el primer bloque, que sería incluso gratuito para las familias que viven en la pobreza, como mínimo vital y como derecho humano».

Arrojo, que es físico y está especializado en la economía del agua, expondrá que el líquido elemento puede abordarse desde cuatro ángulos: el agua para la vida, el agua de interés público, el agua para la economía y el agua delito.

"Impactos inaceptables"

"Impactos inaceptables"En este apartado hace referencia a los usos en «actividades ilegítimas» que generan «impactos inaceptables, por extracciones abusivas o vertidos de sustancias peligrosas» que ponen en peligro la salud pública y la sostenibilidad de los ecosistemas y afectan gravemente a su potabilidad, disponibilidad y accesibilidad «y por tanto a los derechos humanos al agua potable y al saneamiento».

Por ello, Arrojo defenderá que el coste del segundo bloque podría recuperar costes, y los bloques más altos deberían «encarecerse considerablemente para generar una subvención cruzada de los usos suntuarios a los básicos».

En su declaración, el activista aragonés, que recientemente recorrió en bicicleta la ribera del Ebro desde el nacimiento a la desembocadura para protestar por la política de trasvases, aborda asimismo la importancia del agua en la prevención del covid-19. «El virus no discrimina a las personas y todo el mundo necesita suficiente agua y productos de higiene para prevenir la infección», afirma.

Una visión ética

En su intervención Arrojo planteará una pregunta que considera crucial desde una visión «ética entre los distintos usos del agua»: ¿Cómo comparar el valor del agua como mínimo vital necesario para garantizar una vida digna, reconocido por la Asamblea General de las Naciones Unidas y el Consejo de Derechos Humanos como un derecho humano, con el valor del agua para llenar (legítimamente) una piscina?

Finalmente, sobre el uso del agua para las actividades productivas, el activista zaragozano señalará en la tribuna que le brinda la ciudad suiza que se inclina por una gestión basada en el «estricto principio de la recuperación de costes, sin subvenciones directas o cruzadas, sobre la base de los beneficios generados» por las actividades económicas».