La carretera N-260 permite acceder a una decena de pueblos del valle, a la estación de Esquí de Cerler y a las dos plantas embotelladoras de agua mineral que generan abundante tráfico pesado que no se puede desviar por tren, a diferencia de otros valles. Según los vecinos, es una de las vías españolas en peores condiciones. Buena prueba de ello es su anchura, que en algunos tramos no permite que pasen dos vehículos pesados a la vez, ni aún yendo casi parados. Pero la vía no es solo importante por el turismo o la industria, sino que constituye un acceso de obligado paso al hospital de referencia, el de Barbastro, que aún así está a 90 kilómetros y casi una hora y media de viaje.