La nueva ordenanza sobre la contaminación acústica de Zaragoza, más conocida como del rudio, se votará en el pleno del próximo mes de abril aunque se va a modificar para solventar los agravios y lagunas legales que han rebelado a toda la hostelería zaragozana contra la normativa propuesta por el ayuntamiento. Así lo aseguró la concejala de Medio Ambiente, Teresa Artigas, quien explicó que ya está en licitación el mapa estratégico del ruido, en el que se incorporará el ocio nocturno aunque no es obligatorio.

La responsable del Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC), respondiendo a las críticas del PP y Ciudadanos (Cs), aseguró que tras la publicación en el Boletín Oficial de la Provincia (BOPZ) de la ordenanza, se abre un periodo de información pública que culminará el 22 de marzo y se abrirá entonces el plazo para hacer votos particulares de los partidos.

La edila expuso que la polémica generada con la hostelería «no responde al espíritu» de la ordenanza y que se trabajará con ellos para adaptar el texto, pero declinó la petición del PP de «paralizar la tramitación» hasta que se logre consensuar.