El colegio concertado Nuestra Señora Virgen del Pilar de Zuera continuará abierto el próximo curso después de que el Arzobispado de Zaragoza haya cedido la titularidad y la gestión del mismo a los profesores, quienes han constituido una cooperativa para mantener el proyecto educativo y evitar el cierre.

La institución, que pondrá fin a su vinculación de forma oficial el próximo 1 de abril, consideraba que la viabilidad del colegio no era posible e inició el pasado mes de noviembre negociaciones de fusión y derivación de alumnos con el centro San Gabriel, ubicado también en Zuera.

Sin embargo, el acuerdo no se hizo efectivo y el arzobispado, ante su negativa a costear más inversiones en materia de infraestructuras y mantener abierto el colegio, ofreció a los profesores la idea de crear una cooperativa para poder firmar una "cesión donación" y cambiar la titularidad. "Recibimos una llamada y la propuesta nos pilló por sorpresa. Barajamos la opción, recopilamos información de otras comunidades donde se hacen este tipo de proyectos y nos lanzamos a la piscina porque nos pareció interesante. Además, cumplíamos con nuestro objetivo de no cerrar el colegio ni derivar alumnos", apuntaron ayer fuentes del equipo docente de El Pilar, quienes aseguraron que, a partir de ahora, el contacto con las familias "será más directo".

REMODELACIONES El colegio continuará siendo concertado y mantendrá su estructura educativa. A nivel económico, parte con la aportación inicial depositada para poner en marcha la cooperativa y la remodelación de las instalaciones ya es una realidad. "El AMPA --que en dos años ha invertido 7.000 euros para mejoras en el centro-- presentó un estudio favorable de viabilidad y nosotros también hicimos otro. Ya hemos hecho un lavado de cara tremendo y el pasado sábado, en la jornada de puertas abiertas, mucha gente se sorprendió de los cambios", añadieron desde el colegio.

Por su parte, las familias de los más 130 alumnos del colegio El Pilar están "encantadas" con la iniciativa de los profesores. "Lo único que cambia es la propiedad, porque el resto se mantiene. El cierre era un trastorno para muchos, ya que si se hubiera hecho la fusión con el colegio San Gabriel no podrían haber asumido un pago mayor y habrían tenido que buscar un nuevo centro. Seguir aquí era viable y estamos muy contentos. Ahora todos arrimaremos el hombro", puntualizaron desde el AMPA.