Vicente Jiménez, arzobispo de Zaragoza, anunció ayer la puesta en marcha de la Mesa por la Hospitalidad. La diócesis, en colaboración con el ayuntamiento, ha implantado esta actuación para acoger a inmigrantes y refugiados durante el periodo de tiempo que necesiten para normalizar su situación y poner en regla sus papeles. «Es algo llamativo y novedoso, no queremos que la Cuaresma se quede solo en el intimismo de la oración. Queremos abrir el corazón y las casas», manifestó el prelado, que explicó los pasos dados: «El arzobispado ha puesto a disposición de estos hermanos inmigrantes viviendas parroquiales, incluso algún departamento del colegio Santo Domingo de Silos». De esta decisión ya se benefician más de 20 personas, entre ellas niños y personas con discapacidad.

El arzobispo participó ayer por la tarde en la presentación de La ruta de la pasión, una exposición que reúne unas 40 piezas de arte desde el siglo XIV al XX, con las que se pretende facilitar la compresión de las obras que procesionan durante la Semana Santa, mostrando piezas de la colección permanente del Alma Mater, así como de algunos espacios religiosos de la ciudad y de las cofradías y hermandades de la Semana Santa de Zaragoza.

La exposición se podrá visitar desde hoy hasta el Viernes de Dolores. Después las cofradías empezarán retirar las piezas con las que procesionarán en Semana Santa. La muestra comprende un itinerario que se inicia con la Oración en el Huerto, sigue con la Última Cena, la Flagelación, la Coronación de espinas, el Ecce Homo y la Crucifixión, así como el dolor de la Madre de Dios y la sepultura de su hijo, para acabar con la Resurrección.

OMELLA Y LAS ELECCIONES

El prelado de Zaragoza se refirió también a la asamblea plenaria de la que tiene que salir el nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), que se celebra entre el lunes y el viernes de la próxima semana. El turolense Juan José Omella, arzobispo de Barcelona, es uno de los candidatos favoritos. «Somos candidatos» todos los obispos españoles. «No se hace campaña, ni nadie lleva programa. Antes de la elección se celebra la misa del Espíritu Santo para que nos inspire cuál es el mejor para llevar en estos momentos la Conferencia Episcopal», dijo antes de remarcar que quien esté al frente «es un hermano entre los hermanos» ya que «el obispo debe solamente obediencia al Papa, no al presidente de la CEE».

Por último, el arzobispo de Zaragoza se refirió a la enfermedad ocasionada por el coronavirus y sostuvo que la Iglesia «quiere colaborar con las instituciones sanitarias y que en Italia «las misas ordinarias en las Diócesis de Milán y de Venecia se han suprimido». Desde su punto de vista, existe una «hipersensibilidad» en este asunto. Sobre todo no tenemos que señalar con el dedo a ninguna hermano, ni de China ni de otros sitios».