Zaragoza. -- El arzobispo de Zaragoza, Elías Yanes, estima que una pareja homosexual "no es el ambiente más adecuado para el pleno desarrollo humano del niño", al tiempo que recuerda que los menores "tienen derecho" a crecer en un ambiente familiar que se asemeje "lo más posible" al de "la familia natural".Yanes, ex presidente de la Conferencia Episcopal Española, destaca en la publicación semanal de la Diócesis de Zaragoza, que se distribuirá el próximo domingo, que los argumentos esgrimidos la pasada semana en las Cortes aragonesas para modificar la Ley de Parejas Estables no Casadas y permitir la adopción a parejas homosexuales son "poco consistentes para determinar una decisión de tanta trascendencia".En este mensaje a sus feligreses incluido en su habitual editorial "La voz del Prelado", el arzobispo se hace eco de la decisión de las Cortes, con los votos a favor de PSOE, CHA e IU, la oposición del PP y la abstención del PAR, de modificar la Ley aragonesa de Parejas Estables para permitir la adopción a las parejas homosexuales, algo que para Yanes va en contra de los derechos del niño.Tras señalar que, según sus informaciones, el número de parejas homosexuales inscritas como parejas estables en Aragón "representa una porcentaje insignificante dentro del conjunto de la población", considera que esta decisión no se ha tomado por "demanda social", sino por "la presión de grupos minoritarios"."Pero aún cuando fueran un gran número las personas a quienes afecta esta ley -agrega-, no por ello dejaría de ser inaceptable", al tiempo que destaca que "por tratarse de derechos humanos fundamentales no se puede invocar en este caso la tolerancia".Para Yanes la "cuestión de fondo" no es si los adultos homosexuales tienen "derecho" a la adopción, sino "los derechos de los niños", que tras verse privados de una familia propia "no deben ser sometidos a una nueva prueba" y tienen derecho a crecer en un ambiente familiar que se asemeje "lo más posible" al de "la familia natural de la que carecen".En este sentido, se pregunta "qué derecho se puede invocar para que un niño tenga que vivir premeditadamente sin la figura del padre y de la madre" cuando el "derecho fundamental" es el del niño, al que, adoptado por estas parejas, le faltará la experiencia de la paternidad o la maternidad, algo que "no se sufre sin grave daño para el niño".Esta falta de figura paterna o materna "se agrava" en el caso de las parejas homosexuales "porque ha de vivir bajo el influjo de dos 'padres' o dos 'madres'" y, además, "en aspectos educativos fundamentales la débil personalidad del niño queda en este caso sin protección".