Sin escrúpulo alguno. Así actuaron ayer dos individuos que, encapuchados y vestidos de negro, asaltaron la vivienda de un anciano de 96 años al que agredieron y robaron.

Ocurrió sobre las 06.30 horas de la mañana en Encinacorba, una localidad de 271 habitantes situada en la comarca del Campo de Cariñena. Aprovechando la soledad de la noche y antes de que el sol saliera, entraron en la casa de este hombre, situada en la calle Coso, mientras se encontraba durmiendo en la cama.

Los ruidos le despertaron y ellos no dudaron en enfrentarse a este hombre. Según pudo saber EL PERIÓDICO, le maniataron y agredieron con la intención de que les dijera dónde tenía los objetos de valor. Él no accedió a decirles nada, así que mientras uno de ellos le vigilaba, otro inspeccionó el domicilio.

Inicialmente, la víctima señaló que le han robado dos relojes, unos 100 euros en efectivo que tenía y la libreta de ahorro del banco. El hombre no sufrió lesiones graves, aunque tiene la cara llena de moraduras y las muñecas con heridas por las bridas empleadas por parte de los sospechosos.

La Guardia Civil investiga ahora este robo con violencia ocurrido en el medio rural zaragozano. El hombre no pudo identificarles visualmente, pero tampoco por el oído, ya que, al parecer, estas dos personas se mantuvieron en todo momento en silencio para evitar ser reconocidas por el acento.

El año pasado, según el balance de criminalidad realizado por el Ministerio del Interior, se produjeron 1.746 robos en domicilios, un 2,3% menos que en el 2017. Un descenso en cómputos generales, aunque en Teruel hubo un aumento de nada menos que del 59%.

UN ANTECEDENTE TRÁGICO

Este tipo de asaltos en casas habitadas tuvo un antecedente especialmente trágico en Fuentes Claras. Esteban Zorraquino murió tras sorprender a unos ladrones forzando la caja fuerte en el sótano de la vivienda. Ahí guardaba la recaudación del ultramarinos que regentaba en Fuentes Claras desde hacía años.

Un caso que se quedó sin culpables, después de que el Tribunal Supremo absolvió del delito de asesinato a los dos únicos acusados. Otros dos huyeron de España días después de los hechos y nunca fueron detenidos.

La Guardia Civil logró arrestar a los dos cómplices del asalto, Rachid Lioumouri y El Fatmi Chafnaje. Este último fue el inductor del robo, ya que sabía de la existencia de la caja fuerte porque su mujer había trabajado un año antes de manera esporádica como asistenta para Luis Esteban Zorraquino. El Fatmi, que se dedicaba a la recogida de chatarra, contactó con Rachid, a quien conocía porque tenía el mismo oficio, y acordaron cometer el robo aprovechando un momento en que la víctima no estuviese en casa. Para ello, Rachid aportó a otros dos hombres, conocidos suyos, que serían los responsables de entrar en la vivienda, forzar la caja fuerte y llevarse el dinero del interior.

El asalto fue programado para la madrugada del 21 de febrero del 2015. El Fatmi vigilaba la casa y advirtió del momento en el que la víctima salió, momento en que entraron los dos ladrones. Los planes iniciales se torcieron cuando regresó a la casa.