Los trabajadores del tranvía de Zaragoza se reunieron ayer en asamblea, por la mañana y por la tarde, para valorar la decisión de la empresa de implantar los nuevos cuadros de marcha el próximo lunes, garantizando 57 minutos de descanso, 37 más de los exigidos por el comité de huelga. Según los empleados, la concesionaria no ha concretado cómo aplicará los servicios, por lo que hasta que no reciban la propuesta, no decidirán cuál es el siguiente paso.

Según informó su presidenta, Pilar Fuentes, los trabajadores se mostraron muy «cabreados» por la «actitud y las falsedades» de Urbanos de Zaragoza. Según Fuentes, se va a esperar a tomar una decisión hasta que la empresa mueva ficha, así que hoy volverán los paros en el Urbos 3 de 8.00 a 10.00 y de 19.00 a 21.00 horas.

La convocatoria de huelga finalizará este sábado y será entonces cuando los deberán votar si continúan o si retoman las negociaciones. Hasta ahora han fracasado tanto en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA) como en Inspección de Trabajo.

El ayuntamiento no se ha reunido con ninguna de las dos partes ni ha tratado de forzar que retomen las conversaciones. Una actitud muy diferente a la que adoptó en el conflicto del autobús urbano, cuando Pedro Santisteve llegó a asistir a una asamblea.