La instalación de ascensores exteriores en las fincas en las que arquitectónicamente no se podía actuar para facilitar la movilidad ha supuesto un aumento de la calidad de vida en numerosos edificios, especialmente en Zaragoza, Huesca y Teruel. La modificación de la ordenanza en la capital aragonesa se produjo en el año 2004. En su caso también está regulada la cesión del suelo público que ocupa la instalación. Los grupos de viviendas del barrio de las Fuentes han sido algunos de los principales beneficiarios de esta normativa. En Teruel la modificación del PGOU se produjo en el 2011, aunque Urbanismo otorgaba licencias con anterioridad.