La Audiencia de Zaragoza ha confirmado una sentencia que obliga a una aseguradora a abonar 123.000 euros a un cliente que ocultó sus trastornos psíquicos, pero desestima por este mismo motivo la pretensión del asegurado de obtener una indemnización mucho mayor.

El asegurado suscribió en abril de 2010 una póliza de invalidez permanente absoluta por 380.000 euros, y unos meses después la amplió hasta los 430.000 euros.

El peritaje médico que le fue hecho al contratar inicialmente la póliza no apreció en esos momentos signos de trastorno psíquico en el usuario, por los que la aseguradora renunció a practicarle uno nuevo al ampliarla poco tiempo después.

El tribunal, de acuerdo con lo establecido por el juzgado de primera instancia que enjuició el caso, considera probado que el demandante ocultó de forma deliberada el trastorno de depresión y ansiedad que padecía y las continuas y largas bajas médicas que le fueron prescritas por este motivo.

Considera probado, además, que esta persona, en el momento de responder al cuestionario de la aseguradora, realizó afirmaciones con una "visible intención de ocultamiento" de la depresión y ansiedad que padecía, situación que derivó en un trastorno bipolar que provocó su incapacitación laboral.

La Audiencia de Zaragoza confirma la indemnización parcial de 123.000 acordada por el juzgado de primera instancia, pero rechaza incrementarla hasta los 430.000 solicitada por el demandante, a quien condena al pago de las costas judiciales del procedimiento.