El presunto miembro del comando Totto de ETA José Ignacio Guridi Lasa, alias Xabi , se negó a declarar en el juicio que desde ayer se sigue contra él en la Audiencia Nacional por la supuesta colocación, en un todoterreno de la Guardia Civil, de la bomba-lapa que causó la muerte a dos agentes en Sallent de Gállego en agosto del 2000.

Después de que el tribunal que le juzga le informara de su derecho a no declarar y de la posibilidad de poder hacerlo en euskera, el fiscal Jesús Alonso procedió a interrogarle y, en ese momento el acusado, sin levantarse del banquillo y recostado en la pared, empezó a gritar en euskera en tres ocasiones: "Yo voy a hablar en euskera y, como aquí los derechos de los vascos no se respetan, no quiero formar parte de este acto".

Tras negarse a declarar, Guridi, quien se enfrenta a una petición del fiscal de 75 años de cárcel por dos delitos de asesinato y uno de estragos en relación con estos hechos, permaneció callado hasta el término de la primera sesión del juicio.

Ante la actitud del acusado se leyó la declaración que realizó tras su detención. En aquella ocasión, el acusado reconoció su participación en este atentado y otros cuatro más: el asesinato de José Luis López de Lacalle, la colocación de un coche-bomba junto al cuartel de la Guardia Civil en Agreda (Soria) y la colocación de explosivos en la discoteca Txitxarro de Deba (Guipúzcoa) y en un centro de menores de Zumárraga. Guridi explicó que el ex dirigente etarra Francisco Javier García Gaztelu, Txapote , fue quien le informó del lugar en el que se encontraba el Nissan Patrol de la Guardia Civil.