David P. C., asesino confeso de su pareja Raquel, el pasado 25 de junio en su casa de la calle Marcos Zapata del zaragozano barrio de Delicias, lo tendrá difícil si pretende alegar que el estrangulamiento fue fruto de un súbito ataque de ira. Porque una semana antes del crimen, cuando la víctima le dijo que quería dejar la relación y le pidió que se fuera de casa, él comenzó a informarse en internet sobre cómo matar, profundizando sobre la técnica que emplearía, siete días después, con la madre de su hija.

Así se desprende del último informe policial aportado al Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Zaragoza, que instruye el caso. El análisis del teléfono móvil del asesino ha revelado estas búsquedas, y los investigadores de Homicidios y Delitos Tecnológicos concluyen que el desencadenante del crimen fue el hecho de que Raquel le pidiese la separación. De hecho, los móviles también indican que ella mantenía otra relación, pero no hay ningún indicio de que él lo supiera ni tuviese nada que ver con la génesis del crimen.

CONTROLADOR

Las amigas de la víctima que hasta ahora han declarado han venido apuntalando la personalidad celopática de David P. C., que controlaba las amistades y la actividad de Raquel e incluso había amagado anteriormente con estrangularla al negarse a tener relaciones. Ahora, el análisis del móvil es bastante revelador a la hora de intuir cómo fue gestándose en su mente el asesinato.

Así, según recoge el informe, la misma noche (siempre hacía las búsquedas en esa franja horaria) del 18 de junio del 2018, cuando Raquel le había pedido la separación, David P. C. consultó en la web Once maneras de matar a una persona, manual del asesino en serie. En dicha página se describían diversos métodos de asesinar, siendo los más rápidos, aparte de la decapitación o el golpe en la cabeza, el estrangulamiento o el envenenamiento con cinauro.

Minutos después de esta consulta, el asesino visitó una página web sobre la muerte de una adolescente por un derrame cerebral fruto de un chupetón, para acabar consultando otra que versaba sobre Por qué cuando le rompen el cuello a una persona muere, y cuando es decapitada la cabeza vive unos segundos.

Tres días después de estas búsquedas, también por la noche, las consultas en internet a través del móvil se centraron en crímenes anteriores, dos de ellos mediante la asfixia (uno en Torremolinos y el otro el de Sergio Morate, condenado por matar a su novia y a una amiga de esta en Cuenca), así como otro ocurrido en Canadá en el 2015, esclarecido gracias a un selfie.

Las últimas búsquedas con el móvil en torno a los crímenes las realizó la noche del viernes, 22 de junio. Primero en una web con imágenes de horcas, cadalsos y sogas y luego en una página de perfil médico-forense sobre cómo muere un ahorcado, y también sobre cómo saber si se trata de un ahorcamiento voluntario o de un homicidio.

La última búsqueda de aquella noche, a las 22.32 horas, fue en la página Cómo matar a alguien sin que te pillen, ‘Mejor Consejo’. En realidad el contenido de esta página era justamente el contrario, una continua argumentación para no cometer homicidios. Pero a la vista está que David P. C. no hizo caso del contenido.

Dos días después, por la noche, ya entrado el lunes, 25, David P. C. estranguló a Raquel en su domicilio. Según el informe forense el fallecimiento se produjo entre la medianoche y la 1.00 horas, y contrariamente a lo que se creía, el asesino tardó bastante en dirigirse a comisaría. De hecho, no fue hasta las 4.18 cuando buscó en el móvil «Comisarías cercanas abiertas todo el día». Tres cuartos de hora después se presentaba en la Jefatura Superior de Policía para confesar el crimen.

Lo que hizo en ese rato solo lo podría explicar él; en su última comparecencia en el juzgado, asistido finalmente por la letrada Carmen Sánchez Herrero, se negó a declarar.

Además del informe sobre los móviles, los forenses han aportado recientemente un análisis de su cabello, que acredita que era consumidor de cannabis, y hacía algunas semanas, también de cocaína, aunque nada apunta a que no fuera esporádico.