Cristinel Ionel Surca lleva desde julio del 2015 en prisión a la espera de ser juzgado por matar a su exmujer en un punto de encuentro familia de Zaragoza nada menos que ante los ojos del hijo de ambos que en aquel momento tenía 5 años. La Fiscalía Provincial de Zaragoza acaba de solicitar una condena de 26 años de prisión por un delito de asesinato y otro de quebrantamiento de condena.

Junto a las penas privativas de libertad, el ministerio público también solicita que se le imponga una orden de prohibición de aproximarse al niño y a los padres y hermanos de la fallecida durante un periodo de 30 años a menos de 800 metros. Por otro lado considera que Cristinel Ionel Surca no tiene derecho a ejercer la patria potestad durante 25 años.

El acusado y la víctima, Alexandra Rodica Surca, estaban separados, pero estaba vigente un régimen de visitas y custodia del menor por el cual el padre solo podía ver al hijo los sábados y domingos entre las 17.00 y las 20.00 horas, sin pernocta. Mientras se tramitaba el divorcio, la mujer interpuso una denuncia en un juzgado de violencia de género que dictó un auto en el que se prohibía al encausado a aproximarse a menos de 200 metros de distancia con respecto al menor. No aceptaba la ruptura y un día la llegó a agarrarla del brazo y con tono agresivo le dijo de volver a estar juntos.

Esta situación conllevó que se estableciera un punto de encuentro familia, lugar en el que se produjo este crimen machista, como espacio para entrega y recogida del hijo en común. El protocolo establece que la madre entrega al niño, ausentándose del centro para que el padre pueda irse con él diez minutos después.

DISGUSTADO

Una situación que no gustaba, supuestamente, a Cristinel Ionel Surca. El domingo 10 de julio del 2016, aprovechando que tenía que ir a ver a su hijo decidió ir a comprar un paquete de cuchillos y un par de bolsas en un establecimiento de la calle Alfonso, muy cercano al punto de encuentro familiar, situado en la calle Conde Aranda. Tras ello, según la Fiscalía, se acercó a este centro dependiente del Gobierno de Aragón y en vez de subir al mismo a las 16.50 horas, tal y como debía hacer, esperó en el interior del portal del inmueble sabiendo que ella llegaría de forma puntual con su hijo de 5 años.

La joven Alexandra llamó al timbre y cuando iba a acceder al piso, fue abordada por Cristinel Ionel Surca, quien decidió romper la orden de alejamiento para discutir con ella, en presencia del menor. En ese momento, de forma repentina, el joven de origen rumano sacó uno de los cuchillos que había comprado y se lo clavó con fuerza en el abdomen, llegándole a alcanzar el páncreas, el estómago y el hígado.

Destaca la acusación pública que «con la voluntad de no dejar con vida a Alexandra y sin que ella tuviera oportunidad alguna de defensa, volvió a acuchillarla en la zona de las lumbares y en el tórax, llegando a afectarle al pulmón izquierdo.

Alexandra, en un último intento por salvar su vida, trató de salir del portal del inmueble, si bien el procesado, antes de que pudiera hacerlo, le volvió a clavar el cuchillo en el cuello, afectándole directamente en la yugular.

La víctima, apenas pudo salir a la calle, cayendo desplomada delante del portal. Una persona que estaba en la acera de enfrente cruzó la calle y trató de salvarle la vida taponando las heridas con el polo que vestía. A pesar de ello, Alexandra murió en el hospital, donde fue trasladada. Otro viandante se tuvo que hacer cargo del menor, quien gritaba «mamá, mamá». Una escena que la Fiscalía Provincial de Zaragoza califica de «grotesca». Durante todo ello, el acusado permaneció en el interior del portal e intentó suicidarse, aunque no lo consiguió.

El Justicia de Aragón, recientemente, pidió incrementar la seguridad en estos lugares.